Me
levanto de la cama con una energía increíble. Normalmente a estas horas de la
mañana no soy persona, paro la llamada de Flo y la idea de que nos volvamos a
juntar todo el equipo me ha hecho levantarme hiperactiva. Voy a la cocina y me
preparo un zumo de naranja y pan con aceite y tomate, mi desayuno favorito.
Estoy
nerviosa por saber qué opina Dani sobre lo del libro, pero está claro que hasta
que Flo no me llame es que todavía no ha hablado con él. Miro el reloj y
todavía no hace ni media hora desde que me he levantado, pero ya me he comido
el desayuno casi entero. Supongo que es por eso de que cuando quieres que el tiempo
pase cuanto antes, lo haces todo a más velocidad de lo normal, como si por ese
motivo el reloj también se fuera a dar más prisa en contar los segundos.
Cuando
termino, friego el vaso y el plato y recojo con un paño las migas de pan que
han caído en la mesa. Vuelvo a mirar el reloj y parece que hoy el tiempo ha
decidido pasar más lento que de costumbre.
No
puedo aguantar estos nervios de saber si el proyecto sigue o no adelante ¿Y si
llamo yo a Dani? Qué tontería. Si no se lo ha cogido a Flo, tampoco me lo
cogerá a mí. Ojalá se pudieran enviar cojinazos por whatsapp. Me río yo misma
de mi propia ocurrencia, vaya bobada.
Cada
minuto que pasa noto como me voy tensando un poco más. Necesito su respuesta
cuanto antes. Realmente hace mucho que
no hablo con él, pero Flo siempre me ha ido teniendo informada de cada cosa que
ha hecho. No es que hayamos querido dejar de hablarnos, sino que los dos
estamos muy liados últimamente y casi no tenemos tiempo libre; y mucho menos
conseguimos que ese tiempo coincida con el del otro; pero con este proyecto nos
obligaríamos a vernos. Le echo mucho de menos, él no se imagina cuánto, pero es
así. Siempre hemos sido como uña y carne y ahora… digamos que la relación se ha
ido enfriando poco a poco.
Me
meto en la ducha para relajarme y quitarme esos pensamientos de la cabeza. No
es que no me guste pensar en Dani, sino que me duele darme cuenta de cómo
estamos ahora.
Abro
el agua caliente hasta que consigo la temperatura perfecta y me meto debajo del
chorro. Siempre consigo dejar la mente en blanco cuando noto el agua cayendo
desde la cabeza hasta los pies, pero esta vez es diferente. Sigo estando
pendiente del iPhone que he dejado en el lavabo por si Flo me llama ¡Joder! Al
final voy a tener que llamar yo a Dani. En el fondo es que lo estoy deseando.
Hace ya mucho que no escucho su voz, sus tonterías… en fin, que me muero de
ganas por tener un motivo para llamarle y está claro que esta es la excusa
perfecta.
Termino
de ducharme en tiempo récord, me lío una toalla alrededor del cuerpo, cojo el
móvil y salgo del baño, pero ahora que lo tengo en las manos y sólo me queda
marcar el número, no lo tengo tan claro ¿Y si se enfada porque lo he
despertado? O simplemente no le apetece hablar conmigo porque tiene cosas
mejores que hacer. Incluso puede que esté durmiendo con alguien. Quizás
llamarle ahora no sea lo más adecuado. Mejor lo llamo más tarde o espero a que
me llame Flo. Es lo más sensato sin duda.
Voy
a mi habitación y abro el primer cajón de la mesita de noche. Saco un conjunto
de ropa interior y me lo pongo tras deshacerme de la toalla. Luego me voy al
armario y me pongo unos leggins negros y una camiseta vieja gris de tirantes.
Perfecto para estar por casa.
Voy
a aprovechar que me he levantado temprano, o más bien me han levantado, para
hacer un poco de limpieza en la casa; de modo que me recojo el pelo con un moño,
pongo música en la radio para no aburrirme y empiezo a limpiar el cuarto de
baño. Siempre empiezo por ahí porque es la parte que menos me gusta y así me lo
quito de encima cuanto antes. La mañana transcurre muy aburrida, limpiando de
un lado para otro e imitando a algunos
de los cantantes que van sonando en Europa FM con la escoba a modo de pie de
micro como si todavía estuviera concursando en “Tu cara me suena”.
A
eso de las dos de la tarde, está ya todo listo y me tumbo en el sofá para
descansar. Pongo los pies sobre la mesita que tengo delante y me siento como si
estuviera en el cielo. Justo en ese momento, suena el teléfono móvil en la
habitación. Estoy tan relajada que no me apetece cogerlo, de modo que lo dejo
sonando un rato hasta que me acuerdo de que Flo tenía que llamarme. Salgo
corriendo con las pocas fuerzas que me quedan , me lanzo sobre el teléfono y
contesto lo más rápido que puedo para que no cuelguen.
-Hola
Flo –Estoy nerviosísima ¿Qué habrá dicho Dani?
-¿Flo?
Creo que me falta algún que otro kilo para ser Flo ¿No crees? –Esto no puede
estar pasando ¿De verdad es él?
-¿Dani?
-Daniel
Martínez Villadangos. Para servirte.
-¿Qué
tal? ¡Cuánto tiempo! –Ahora estoy mucho más nerviosa aún. Necesitaba tanto
hablar con él que se me ha quitado hasta el cansancio y no paro quieta de un
lado a otro de la habitación como si fuera una niña de quince años hablando con
el chico que le gusta.
-Pues
muy bien, pero seguro que no tan bien como tú. Que te he visto por El Corte
Inglés y estás que te rompes. ¡Ay, mi Annita! Siempre supe que llegarías muy
alto.
-Bueno, tú tampoco te puedes quejar, señor “Fichaje
estrella de la temporada”.–Estas últimas palabras las digo más despacio
dándole una entonación de grandiosidad.
-Jajajaja
bueno, todavía no se sabe cómo va a responder la gente.
-Vamos,
Dani, sabes que el público te adora y no se van a perder ni un solo capítulo de
la serie.
-¿Y
tú?
-¿Qué?
–Esa pregunta me ha cogido desprevenida. No pensé que le fuera a importar si yo
lo veía o no.
-Que
si tú lo vas a ver. La serie, digo.
-Claro
que sí. Me muero de ganas por ver cómo se desenvuelve el nuevo actor–Y no le
miento. Realmente me muero de ganas de verle; aunque sólo sea una vez a la
semana y a través de la pantalla.
No
contesta y la situación se vuelve un poco incómoda, así que rompo el silencio
como puedo.
-Bueno,
Martínez ¿Para qué me habías llamado?
-¡Ah!
¡Claro! Casi se me olvida. Por lo visto el grupo Planeta quiere que hagamos un
libro.
-Sí,
a mí me han llamado también. –Le interrumpo para que no me lo tenga que
explicar todo.
-Bien,
pues había pensado que podríamos hacer un tour de promoción firmado ejemplares. Así volveríamos a vivir experiencias como la de
Astorga y Castellón. Flo me ha dicho que está encantado con la idea, pero se lo
quería preguntar a la abuela antes de proponérselo a la editorial ¿Qué te
parece?
Uyuyuy que la Annita se nos esta enamorando de Daniel.
ResponderEliminarMe encanta agdjaknfks el momento de la llamada genial y lo del tour perfecto.
Siguiente prontito!:3
Gracias!! Intentaré subir capítulo pronto, pero este fin de semana no creo que pueda porque me voy a mi campo y allí no tengo internet jajaja
EliminarMe parece perfecto Martínez, el problema es que no soy yo la que te tiene que decirlo
ResponderEliminarSiguiente prontito Cristi!!
Jajajaja si las decisiones las tomáramos nosotras en la vida real todo sería genial!!!! <3
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