-¡Genial!
¡Me parece una idea estupenda, Dani! Al final resulta que eres listo y todo
jajajaja- Bromeo.
-¡Eyyyy! ¿Qué
es eso de ser listo? ¡Yo soy tontaco y nada más! –Me encanta que recuerde esa
época en la que estábamos tan unidos. Realmente fue una gran experiencia que
tengo guardada en mi corazón con mucho cariño. Tanto cariño como le tengo a él.
-Mi tontaco
favorito -¿¿¿Qué??? ¿De verdad he dicho eso? ¿Pero qué me pasa? Espero que no
se lo haya tomado demasiado en serio porque me moriría de vergüenza.
-¿Por qué no
quedamos un día? Así recordamos viejos tiempos ¿Te apetece? –No me esperaba esa
pregunta y la verdad es que no sé lo que quiero. Por un lado, me encantaría
verle, charlar, reírnos… en definitiva, volver a ser Anna Simon y Dani
Martínez, la famosa pareja televisiva; pero por otro lado, creo que quedar así de
repente sería forzar mucho la situación. Es decir, que hace mucho que no nos
vemos y por muy amigos que seamos, los dos sabemos que la relación se ha
enfriado, que ya no somos lo que éramos antes. Es una decisión difícil, pero
mis ganas de darle un abrazo de los de verdad pueden con todo lo demás, así que
aunque no esté segura del todo de lo que voy a hacer, le contesto.
-Sí, claro
que me apetece. Podemos cenar y tomar luego algo. – Tras decir esto, el corazón
me empieza a latir tan rápido que siento como si se me fuese a salir del pecho.
Me tiemblan las piernas, de modo que me siento en la cama para relajarme
mientras intento controlar mi respiración. Después de ver cómo reacciona mi
cuerpo, puede que no haya sido tan buena idea decirle que sí. Tengo miedo de
que los dos nos quedemos callados sin saber qué decir, de que después de ese
día descubramos que ya no somos amigos, que no hay nada que no una.
-Me parece
perfecto ¿Qué día te viene bien a ti?
-No sé,
cuando tú me digas. –Sin duda esto va a ser una prueba para nuestra amistad,
así que no quiero poner trabas de ningún tipo. Prefiero que él elija el día que
mejor le viene y así yo me amoldo a su horario. De todas formas, yo ahora no
tengo ningún proyecto en marcha y Dani está grabando todavía la próxima temporada
de Aída. Es más fácil si es él quien elige.
-Bueno, pues
le pregunto a los demás y ya que ellos decidan. -¿A los demás? ¿Es que no vamos
a estar solos? ¡Claro! ¡Qué tonta! Dani quiere que quedemos todos los del
equipo, lo cual me relaja bastante. Voy a estar más cómoda en la cena y además,
a mí también me apetece que nos veamos todos juntos. Aun así, hay una parte de
mí que está triste. Tengo que reconocer que me ha decepcionado un poco darme
cuenta de que Dani no quería verme sólo a mí, sino a todos con los que trabajó
en los otros dos programas.
Los dos nos
despedimos porque decidimos hablarlo todo por el grupo de whatsapp que tenemos
con el equipo y yo sigo con esa punzada en el corazón que me hace sentir el
haberme dado cuenta de que para Dani ya no soy su Simon, sino una más del
equipo.
En el grupo
todos están de acuerdo con la idea de vernos y empiezan a proponer
restaurantes, discotecas, etc; pero yo me limito a leer cada mensaje sin
contestar. Realmente estoy dolida y no quiero que se me note. Dolida por lo de
Dani y enfadada conmigo misma porque ahora mismo desearía que todos los del
equipo dijeran que no pueden ir y nos quedásemos solos Dani y yo. No es por
ningún motivo en especial, pero ya me había hecho a la idea de cenar
tranquilamente con ese paleto de León, como él dice. Me había hecho a la idea
de disfrutar el uno del otro, de contarnos anécdotas que nos han pasado desde
la última vez que nos vimos. Quiero poder contarle lo de Lucho mientras me
escucha como sólo él sabe hacerlo y a medida que voy pensando todo esto, me voy
enfadando cada vez más. Este egoísmo no es propio de mí. Es más, siempre me ha
gustado verle bromear con Flo, Alejandro, Berni… e incluso me saca una sonrisa
cuando veo esa relación tan especial que tiene con Meri, pero hoy me siento
como un niña pequeña que lo quiere todo para ella y si no es así, se pone a
patalear.
Vuelvo a
mirar la pantalla del móvil y veo que todos están preguntándome si me viene
bien quedar mañana en Madrid. Sólo quedo yo por contestar, digo que me parece
estupendo y echo mi cuerpo hacia atrás quedando totalmente tumbada en la cama. Necesito
hacer algo y no pensar más en esta pataleta tan tonta. Llamo a Marta y espero
impaciente a que conteste.
-¿Sí?
¿Annita, qué pasa?
-Hola Marta.
Oye ¿Por qué nos vamos juntas esta tarde a Madrid y ya nos quedamos allí para
salir mañana con el resto del equipo? Yo todavía tengo allí mi casa, así que
podemos salir a tomar algo por la noche y luego te vienes a dormir. No hay
mucho espacio pero puedes dormir conmigo en mi cama.
-¿Quién eres tú y qué has hecho con Anna Simon? ¿Desde cuándo te has vuelto tan fiestera? Jajajajaja
-Bueno, no
sé… es que tengo ganas de veros y no puedo esperar hasta mañana. Así por lo
menos te veo a ti antes y hacemos una noche de chicas.
-¡¡No le
puedo decir que no a una noche de chicas!! ¿Dónde y cuándo nos vemos?
-Podemos
coger el avión de las 16:00, que a esa hora no suele volar mucha gente y casi
seguro que hay billete para las dos. ¿Te parece bien?
-Por mí,
perfecto.
-Vale, pues
nos vemos a las 15:00 en el aeropuerto ¿Vale? Te da tiempo a coger el tren
hasta Barcelona ¿Verdad?
-Sí, no te
preocupes. Voy a ir haciendo ya la maleta.
-Venga, yo
también, que si no luego se me hace tarde jajaja –Las dos reímos y nos
despedimos rápidamente. No podemos perder ni un segundo porque vamos muy justas
de tiempo, pero al menos así no pienso en el día tan raro que llevo hoy.
Uy uy uy, aqui se cuece a algo... jeje Siguiente prontito!!
ResponderEliminarAnnita que te pasa algo con Dani eh eh eh eh. Siguieeentee ! @valentinasevi
ResponderEliminarUy uy uy Annita Annita que le pierde un paletillo de León que yo me sé…
ResponderEliminarQue buena pinta tiene para el siguiente. Genial!!:)
Neeect prontito:3
Gracias por los comentarios!! Intentaré subir el próximo cuanto antes! :)
ResponderEliminar