Le beso de
nuevo saboreando sus labios y me doy cuenta de que esto es lo que siempre he
querido, que Dani es lo que siempre he buscado.
De repente,
noto cómo me agarra con fuerza y me coge en brazos como si fuera una princesa.
-Bienvenida
a nuestra nueva vida, Anna. A partir de ahora todo va a ser diferente.
-¿Eso
significa que ya no vamos a volver a hacer locuras como estas? –Digo bromeando.
-Significa
que vamos a vivir en una locura constante. –Me besa y me vuelve a mirar a los
ojos cuando separa sus labios de los míos. –Que vamos a vivir nuestra locura.
-Me gusta
cómo suena eso.
-Y más te va
a gustar, pero para eso todavía nos queda una cosa por hacer. –Camina hacia la
cama y me suelta justo al lado. –Un matrimonio no es realmente válido hasta que
no haya noche de bodas. –Me mira sonriendo con esa sonrisa de medio lado que sé
perfectamente lo que significa y me hace sonreír a mí también.
-Entonces
hagamos eso que todavía nos queda por hacer. –Se quita la chaqueta y la coloca
con cuidado sobre el sillón que hay junto a la mesita de noche. Yo me acerco a
él y le tiro de la corbata haciendo que se pegue a mí. Le beso en los labios
cogiéndolo por sorpresa mientras me río y luego es él quien me besa a mí. Bajo
mis labios hasta su cuello y le acaricio el mentón con mi mano al mismo tiempo
que él rodea mi cadera con las suyas.
-Anna, ya sé
que esta no es la boda que siempre habías soñado. –Sigo besando su cuello
despacio. –Pero he hecho todo lo posible para que fuera una boda de cuento.
-Shhhhhhh. –Digo
alzando la mirada hasta sus ojos. –Cállate y bésame. –Coloco mi mano en su nuca
y acerco su boca a la mía. Me aprieta fuerte contra él y me regala los besos
más dulces que jamás he saboreado. Tirando de nuevo de su corbata le vuelvo a acercar
a la cama sin que paremos de besarnos hasta que coloca sus manos en mi cuello y
se queda mirándome a los ojos sonriendo. Acto seguido, coge una de las
margaritas que me puse hace un par de horas en el pelo y la acerca a su nariz.
-Huele a tu
pelo –Dice aspirando con fuerza.
-O mi pelo
huele a margaritas. –Contesto riendo. Una a una se va deshaciendo del resto de
flores y las va colocando sobre la cama hasta que ya no me queda ninguna y me
vuelve a besar. Se afloja un poco la corbata, se desabrocha el primer botón de
la camisa, los de las mangas y coloca las manos en mis hombros. Me besa una vez
más y desliza lentamente los tirantes hasta la altura de los antebrazos,
haciendo así que el vestido caiga al suelo cuando los suelta y dejándome tan
solo con la ropa interior y los tacones. Me mira embobado de arriba abajo y
sólo es capaz de decir una cosa.
-¡UAU! –Sí,
he conseguido mi objetivo. Dani se ha quedado con la boca abierta. –Veo que has
dejado la tarjeta tiritando. –Dice sin dejar de mirarme. –¡Te has comprado
hasta una liga!
-Todas las
novias llevan una ¿No? –Contesto sonriendo.
-Pero a
ninguna le sienta tan bien como a ti. Estás increíblemente…
-¿Sexy? –Digo
terminando su frase.
-Sí. Increíblemente
sexy. –Repite un poco asombrado al no estar acostumbrado a oírme decir ese tipo
de cosas sobre mi cuerpo.
-Bien, ahora
déjame a mí deleitarme con tu cuerpo ¿No?
-Es que…
Ahora me da un poco de vergüenza, Anna. Ya sabes, las comparaciones son
odiosas. –Dice bromeando.
-Venga, va.
No será para tanto.
-Anna. Llevo
unos bóxers de muñequitos.
-Bueno, tú
déjame verlos. –Digo acercándome a él para besarle y le desabrocho el cinturón
del pantalón mientras Dani se quita la camisa. Dejo caer los pantalones al
suelo y e finalmente él saca los pies.
-Sí… Sí que
son feos.
-¡Anna! –Dice
suplicándome un poco de compasión.
-No me va a
quedar más remedio que quitártelos para no tener que verlos más. –Dani se ríe
al entender por fin el por qué de mis palabras y se los quita sin rechistar.
-Ven aquí. –Rodea
mi cuerpo con sus brazos y me besa. Yo me agarro a su cuello y él coloca sus
manos en mis piernas para hacerlas subir y rodear con ellas su cadera. Sube una
de sus rodillas a la cama y nos tumba en ella con la mayor delicadeza que mi
peso le permite.
-Hasta que
la muerte nos separe. –Dice sin dejar de mirarme a los ojos.
-Incluso
después de eso. –Me besa apretando sus labios con fuerza contra los míos como
si quisiera demostrar lo mucho que me quiere y desliza su boca rozando mi piel
con sus labios bajando por mi cuello hasta mi pecho e incluso más abajo. Clavo
mis uñas en el colchón disfrutando de sus movimientos y cuando vuelve a subir
veo que sostiene una de mis margaritas con la boca.
-¡Pero qué
tonto eres! –Digo entre carcajadas. Escupe la flor y me besa. –¡Ahora sabes a
hierba! –Separo su boca de la mía agarrándolo por la barbilla.
-¡Ah! ¡Que
no te gusta el sabor a hierba ahora! ¿No? ¡Ah, no! ¡Que no te gusta, no! –Me vuelvo
a reír.
-Jajajajajajajaja.
Me gusta todo a lo que sepa tu boca. –Le acerco de nuevo y le beso.
-Tomo nota
para cuando como chistorra.
-No, no
tomes nada.
-¿No te tomo
a ti?
-Tómame
siempre que quieras.
me he muerto ! como se puede escribir tan bien?! me ha encatado y el boxer de muñequitos me ha matado jajajaja siguiente :)
ResponderEliminar