lunes, 4 de noviembre de 2013

Capítulo 39. Una locura.

Me suelta y se tumba a mi lado bocarriba satisfecho por su victoria. -Soy todo oídos, Simon. –Dice mientras coloca las manos detrás de su cabeza para estar más cómodo. Yo suspiro y comienzo a hablar a pesar de no sentirme nada orgullosa de lo que voy a contar.
-Pues… verás, es que…
-Vamos, Annita, que no es para tanto. –Me acaricia el brazo mientras sonríe. -¿Tan malo es que te enamoraras de mí antes que yo?
-No, Dani. Es que no me enamoré.
-Pues dime entonces qué fue.
-A ver cómo te lo explico… Tú sabes que yo siempre he tenido las cosas muy claras en lo que a mi pareja se refiere ¿No? Pues cuando empezó TLJ, yo todavía estaba con Miki y te juro que le quería muchísimo, pero supongo que el paso del tiempo hizo que empezara a verte de otra forma y…
-No pudiste resistirte a mis encantos.
-¡Dani! ¿Me vas a dejar que te lo cuente o no? –Digo un poco molesta. Parece que no es consciente de lo difícil que se me hace hablarle de esto y se lo toma todo a broma.
-Sí, cariño. Lo siento. –Se acerca a mí y me da un beso en la sien.
-Pues eso, que… a veces me quedaba mirándote sin saber bien el motivo, pero era sólo atracción física. Como ya te he dicho antes, yo estaba enamorada de Miki y en mi corazón no cabía nadie más.
-¿Y por eso te sientes tan culpable? Anna, es normal que de vez en cuando miremos a otras personas. Que estemos enamorados no significa que estemos ciegos. –Dice justo después de empezar a acariciarme el pelo.
-Ya, pero eso fue en Tontetías las justas. Cuando terminó el programa y llegó el verano, Miki y yo no parábamos de pelearnos… Quizás nos habíamos acostumbrado a ser pareja sólo los fines de semana y no sabíamos estar juntos más de dos días. Luego empezó Otra Movida y los dos teníamos la esperanza de que todo volviera a ser como antes, pero no ocurrió. Arrastrábamos las malas sensaciones desde el verano y cuando me dijeron que íbamos a ir a Castellón, se enfadó porque le dije que no podía venir. Sinceramente, no me apetecía tener que estar pasándolo mal discutiendo con él en lugar de estar riéndome todo el rato con vosotros. En fin, que días antes tuvimos una bronca de las grandes; ni siquiera me llamó para desearme un buen viaje ni nada y cuando llegamos a Castellón yo…
-¿Tú qué?
-Pues que tú estabas ahí y…
-¿Y  qué? –Dice sonriendo. Ya se imagina el resto de la historia, pero está claro que quiere escucharla.
-¡Pues eso, Dani! ¡Que en por un momento pensé que tu y yo podíamos… Ya sabes!
-Ya sabía yo que me mirabas con ojitos seductores.
-Dani, no estoy de broma. Estuve a punto de intentar engañar a Miki y ni siquiera se lo llegué a contar.
-Anna, cariño. –Me acaricia la cara. –No tienes que preocuparte por eso. Todos cometemos fallos alguna vez, pero eso no significa que tengas que estar atormentándote todo el rato. Aquello pasó hace ya mucho tiempo y, si te soy sincero, yo ni siquiera lo llamaría “fallo” porque en Castellón no pasó nada entre tú y yo ¿A que no?
-No, pero…
-Anna. –Me interrumpe. –Esto que tenemos estaba destinado a ocurrir. Antes o después era algo que iba a pasar y no se sabe por qué los únicos que no lo veíamos éramos nosotros mismos. Aún así, parece que tú te diste cuenta de algo hace un par de años, pero ese no era nuestro momento y sin tú saberlo dejaste ese sentimiento apartado hasta ahora. No es un delito enamorarse del hombre de tu vida ¿Por qué lo iba a ser el hecho de querer tener más que palabras con él?
-Jajajaja ¿Así que ahora eres el hombre de mi vida? –Digo sonriendo. Él se acerca a mí y posa sus labios sobre los míos.
-Siempre lo he sido. –Le beso mientras le agarro la cara con las dos manos para que no pueda escapar.
-Te quiero, Dani. –Se coloca sobre mí y mientras nos seguimos besando. Coloca su mano en mi muslo y lo acaricia despacio. Desliza su boca hasta mi cuello para deleitarse con mis tres lunares y yo me agarro a su pelo para poder contener el aliento. –Dani, creo que deberíamos irnos ya a casa.
-No… vamos a quedarnos un poquito más. –Dice mientras me da pequeños mordiscos en el cuello y la oreja.
-Mi amor. –Le levanto la cabeza y la coloco justo en frente de la mía para poder mirarle a los ojos. –Aquí no. –Sonrío y le doy un pico.
-Está bien… -Dice mientras se pone de pie y estira su brazo para ayudarme a levantarme. Me coloco frente a él y rodeo su cuello con mis manos. Él hace lo mismo con mi cintura y dejamos nuestras bocas al borde de los labios del otro.
-Ha sido una noche maravillosa, Dani.
-¿Eso significa que ya ha acabado?
-No sé… ¿Qué te gustaría hacer?
-Una locura.
-¿Cuál?

-Cojamos el próximo avión que salga del aeropuerto. Sin mirar el destino, sin maletas, sin decírselo a nadie.

1 comentario:

  1. AH!!!!! CAPULLA!! HA SIDO LO PRIMERO QUE HE DICHO NADA MÁS TERMINAR DE LEERLO!!! Eres mala eh? Te gusta que yo me cabree y luego te escriba toas' estas cosas!! Ahora me traera la intriga por la calle de la amargura!! MALA!! SIGUIENTE YA!! <3

    ResponderEliminar