Entro en casa,
me pongo el pijama y me meto en la cama sin ni siquiera cenar. Decido apagar el
iPhone para que no me moleste nadie, pero justo cuando voy a hacerlo, veo la
foto que me puso Dani en el fondo de pantalla cuando buscó en Twitter nuestros
nombres y aparecieron millones de momentos capturados de Tonterías las Justas y
Otra Movida. En una de las que más le gustó estaba él caracterizado de Mario
Vaquerizo en OM abrazándome por detrás y dándome un beso en la mejilla mientras
yo me reía sentada en mi silla; de modo que se la descargó y me la puso para
que me volviera a reír cada vez que la mirara, pero en este momento sólo
consigue hacerme llorar.
No sé por
qué lo hago, pero abro la aplicación de Youtube
y escribo en el buscador “Dani Martínez imitando a Mario Vaquerizo”.
Espero unos segundos y de repente aparecen más de 100 resultados. Pongo el
primero y cuando acaba, pongo otro, y otro, y otro. Es una sensación extraña,
pero ahora mismo es Dani el motivo de mis llantos y carcajadas. Por un lado, me
está sentando bien ver estos vídeos porque es imposible no reírse con cada
tontería que hacían Dani y Flo, pero por otro lado no sé si es lo más adecuado
revivir determinados momentos pensando que ya no se volverán a repetir; y mucho
menos si mi relación con Dani acaba de mala manera. Al fin y al cabo, Flo tiene
razón… Los amigos de verdad son amigos siempre y no hay forma de que se separen
nunca. En cambio, una pareja puede romper por infinidad de motivos o incluso
sin tener motivo alguno.
Me seco las
lágrimas y suspiro intentando despejarme un poco de todo. Miro el reloj y me
doy cuenta de que son ya las 4:20 de la mañana. No sé exactamente cuántas horas
llevo viendo vídeos, pero lo que sí sé es que sólo me ha servido para estar aún
más indecisa.
Abro
Whatsapp y me asombro al ver que Dani está en línea. Me atormenta pensar que él
está pasando por lo mismo que yo y por un momento se me ocurre escribirle algo
para que sepa que pase lo que pase seguiré estando presente en su vida, pero
luego decido que es mejor dejar que las cosas vengan como tengan que venir y
que quizás no sea lo más adecuado mandarle un mensaje que le pueda confundir.
De repente,
las letras que formaban las palabras “en línea” pasan a ser “últ. vez hoy a las
04:23” ¿Se habrá dado cuenta de que yo también estoy en línea y no quiere saber
nada de mí? El simple hecho de pensarlo hace que me empiece a doler el estómago
y se me nuble la vista por unos segundos. Intento calmarme y voy a la cocina a
por un vaso de agua que me hidrate la garganta, pero justo cuando me voy a
volver a acostar, suena el timbre. Voy hacia la puerta caminando de puntillas
para ver por la mirilla quién está al otro lado, pero antes de que me dé tiempo
a llegar, vuelve a sonar y justo después escucho su voz tan bajita que casi es
un susurro.
-Anna… -Me
quedo quieta justo delante de la puerta sin saber si abrir o fingir que estoy
dormida. Me muero de ganas por verle y después de escuchar su voz me importa
bien poco si es lo correcto o no, pero hay algo dentro de mí que no me deja
avanzar, que sabe que lo voy a pasar mal cuando le vea.
Finalmente
consigo girar el pomo y abrir la puerta, pero me quedo callada sin decir nada.
-Anna… -Él
también tiene los ojos hinchados de llorar y las ojeras hinchadas de no dormir.
–No podía dormir pensando que te he dejado sola pasándolo mal.
-Dani, fui
yo quien te pedí que no subieras.
-Aun así no
te he cuidado como te mereces. –Nos volvemos a quedar callados durante unos
segundos, mirando la tristeza en los ojos del otro e intentando parecer más
fuertes de lo que en realidad somos. -¿Puedo pasar?
-Sí, claro.
–Digo echándome a un lado para dejarle sitio. Dani entra en casa pero no me da
ningún beso como habría hecho en otra ocasión.
-No sabía si
llamar o no hasta que he visto en whatsapp que estabas conectada.
-¿Llevabas
mucho tiempo en la puerta?
-Desde que
llegué a mi casa y me di cuenta de que estabas demasiado lejos.
-¿Y por qué
no llamaste antes?
-No te
quería despertar. –Se sienta en el sofá pero no como lo hace siempre, sino que
se sienta en el filo como si no quisiera molestar.
-Yo también
llevo toda la noche despierta. –Digo mientras me siento a su lado y le cojo la
mano. Dani me mira sorprendido y sonríe un poco más relajado.
-Anna,
siento que esto haya pasado así.
-Dani, tú no
tienes culpa de nada. –Estiro mi otra mano y le acaricio el pelo. Así me siento
más tranquila.
-Yo fui
quien te dijo que viviéramos el presente y que ya nos ocuparíamos del futuro.
-La decisión
fue de los dos, no te atormentes con eso.
-Anna… Yo no
he venido a pedirte perdón. –Coge mis dos manos y las aprieta con fuerza
mientras se gira un poco quedando frente a mí en el sofá. –Yo he venido a
decirte que te quiero y que quiero estar a tu lado. Que seguimos siendo un
equipo y le vamos a demostrar a Flo que esto no tiene por qué salir mal.
-Dani, ya
hemos hablado de esto. –Digo mientras se me forma un nudo en la garganta.
-Mi amor, a
mis las palabras me dan igual. Lo que importa es lo que sintamos tú y yo ¿A caso
era mentira todo lo que dijimos en Toulouse? –Se pone de pié de golpe y se lleva
las manos a la cabeza. Yo me levanto tras él y apoyo mi mano en su hombro
-Sabes que todo
lo dije desde el corazón, pero las cosas han cambiado. –Se gira poniéndose frente a mí y agarra mis brazos
con fuerza mientras me mira fijamente a los ojos para que le preste atención.
-Yo no he cambiado,
Anna ¿Has cambiado tú? –Pregunta con un tono de voz un poco más alto de lo normal.
-No
-¿Entonces?
-No lo sé, Dani.
-Anna, yo no
quiero obligarte a nada. –Dice mucho más dulce que antes mientras me acaricia la
mejilla con la parte exterior de la mano. –Pero al menos piénsatelo ¿Vale?
-No hago más
que pensarlo y cada vez estoy más indecisa.
-Bueno… -Me besa
en la frente –Te dejo que descanses ¿Cenamos mañana con Flo?
-Cuanto antes
lo hagamos, mejor.
-Yo me encargo
de avisarle… Hasta mañana. –Me sonríe y se aleja caminando hacia la puerta.
-¡Dani! Espera…
Quédate aquí conmigo.
que perfeccion de capitulo! no nos dejes con la intriga .. siguiente :)
ResponderEliminarDemasiado lejos has llegado tu nena!! Estas cosas nos se dejan asi, que me siento mal por dentro. Tia! Que narras tan bien que me da la sensación de que soy yo Anna y soy yo la que se siente mal!
ResponderEliminarSiguiente!!