Me despierto
un poco incómoda en el sofá, pero enseguida sonrío cuando abro los ojos y veo
la cara de Dani pegada a la mía. Me levanto despacio para no despertarle y paso
por encima de él con cuidado para agacharme un poco y darle un beso suave en
los labios. No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin sentir su boca en la
mía.
Camino de
puntillas hasta la cocina para no hacer ruido y preparo un desayuno con
tostadas, zumo de naranja y café. Lo pongo todo en una bandeja y lo llevo al
salón, pero veo que Dani todavía sigue dormido, así que me siento en el suelo
frente a él y le observo durante algunos segundos intentando poner mis ideas en
orden. No puedo aguantar más tiempo sin escuchar un “buenos días” desde sus
labios, de modo que meto el dedo en el bote de mermelada y lo acerco a su nariz
para que se despierte con el olor, pero no consigo nada. Pruebo acercándole el
bote entero, pero sigue sin despertarse y finalmente le paso el dedo lleno de
mermelada por la comisura de la boca. Sonríe un poco y se relame aún dormido
¿Es que no hay nada en este mundo capaz de despertar a Dani?
Miro a mi
alrededor intentando encontrar algo que pueda traerle de nuevo al mundo de los
vivos, pero al final me decanto por algo que no puede fallar. Me unto los
labios con mermelada y los acerco despacio a su nariz para que pueda olerla.
Luego bajo hasta tus labios y le beso manchándole la boca hasta que saca su
lengua de nuevo para limpiarse y yo aprovecho para volver a besarle. Me separo
de él y sonríe.
-¿Y esta
forma de despertarme? A ver si me voy a acostumbrar y vas a tener que hacerlo
todos los días. –Alarga su mano hasta mi nuca y me acerca a él para besarme.
-¿Y eso de
no darme los buenos días? A ver si voy a dejar de despertarte así. –Digo
fingiendo estar enfadada para que me mime un poco más. Me giro sobre mí misma
dándole la espalda y cruzo los brazos.
-Buenos
días, princesa. –Contesta apartándome el pelo hacia un lado para darme un beso
en el cuello.
-No, ahora
ya no vale. Tenía que salir de ti.
-¿Y si te
digo que te quiero?
-Así me
ablandas un poco, pero sigo enfadada. –Casi no consigo aguantar la sonrisa que
se dibuja en mi cara, pero por suerte estoy de espaldas a él y no me puede ver.
-Y… ¿Si te
digo que quiero más mermelada?
-Pues te la
sirves tú mismo.
-Está bien.
–Me quita el bote de las manos, mete el dedo y se lanza hacia mí para untármelo
por los labios, pero yo me doy cuenta y le agarro el brazo antes de que le dé
tiempo a hacerlo.
-¡¡Aaaaaah!!
¡Dani! –Echo la cabeza hacia atrás intentando escapar de su mano manchada de
mermelada, pero él aprovecha para tumbarme en el suelo y colocarse encima de
mí.
-Me has
dicho que me sirva y eso hago. –Dice riéndose mientras yo muevo la cabeza de un
lado a otro para que no me pueda tocar los labios hasta que finalmente desiste
y me acaba manchando toda la cara volcando el bote sobre mi cabeza.
-¡Idiota! ¿Y
ahora qué? ¿Me vas a rechupetear entera?
-Sería una
buena opción, pero creo que acabarás antes si te metes en la ducha.
-De todas
formas no iba a dejar que me chuparas. –Digo intentando ganar esta batalla.
-Jajajajajajaja.
Cuéntamelo mañana, Simon. –Contesta riéndose de forma exagerada. Yo me pongo de
pie y me recoloco bien la ropa.
–No juegues
con fuego, que te puedes quemar. –Me agacho para darle un beso y antes de
levantarme le susurro al oído. -¿Te vienes a la ducha? –Me encanta picarle,
pero más me encanta comerle a besos.
-Anna… ¿Qué
estamos haciendo? –Veo cómo cambia su rostro para ponerse serio al instante.
-¿Qué? No te
entiendo, Dani.
-No. Quien
no te entiende soy yo. –Se pone de pie para estar a la misma altura que yo. –Un
día me dices que no sabes qué va a pasar con nosotros, luego me dices que me
quede en tu casa y me pides que me comporte como cuando sólo éramos amigos y al
día siguiente me despiertas entre besos y me dices que me duche contigo ¿Tienes
ya claro lo que vas a hacer? Porque yo soy capaz de esperarte todo el tiempo
que haga falta, pero creo que no me merezco esto de poder besarte sólo cuando a
ti te apetezca.
-Estoy
haciendo lo que me dice mi corazón. –Digo conteniendo las lágrimas.
-¿Y es eso
lo que vas a hacer siempre o de aquí a unas horas no vas a ser capaz ni de
mirarme a los ojos como hiciste en Toulouse?
-Dani… Eso
me ha dolido.
-No creo que
estés en la mejor posición como para hablar de quién hace daño a quién. –No me
puedo creer lo que oigo. Siento como si se me helara todo el cuerpo, como si
llevara días sin vivir y por mucho que intente respirar, mis pulmones y mi
corazón están ya muertos.
-Me… Me voy
a la ducha. –Digo prácticamente sin voz. Necesito irme de ahí como sea y esa es
la única forma. No sé ni cómo consigo llegar al baño con lo que me tiembla las
piernas, pero cuando lo hago abro el grifo y me siento debajo rodeando mis
piernas con las manos sin ni siquiera desnudarme. Mis lágrimas se camuflan con
el agua que desciende desde mi cabeza y así consigo sacar la angustia que me
han provocado las palabras de Dani ¿Cómo ha podido decirme eso? Parece que
quiera hacerme daño pero no puede ser así. Dani me quiere. Me quiere muchísimo
y me lo ha demostrado más que de sobra. En cambio yo… quizás no se lo haya
demostrado como a él le gustaría. Se lo he dicho muchas veces, pero al fin y al
cabo, las palabras se las lleva el viento y son los actos los que permanecen. En
cambio él ha estado siempre a mi lado respetando mis tiempos y soportando mis dudas.
Salgo rápidamente
de la ducha sin ni siquiera cerrar el grifo y voy corriendo al salón en busca de
Dani, pero no está.
-¿Dani? –Digo
en voz alta mientras camino a la cocina donde descubro que tampoco está allí. -¡Dani!
–Cada vez las lágrimas caen con más fuerza y ya me cuesta hasta tragar saliva. Recorro
toda la casa, pero no hay rastro de él en toda la casa, sólo su chaqueta. Lo único
que me queda de él.
NOOOOOOOO!!! no vale! Me niego!! Sube otro cap por Dios!!! Esto no puede quedar así!! Arregla este Danna YA
ResponderEliminarAy amiga...lo bien que escribes la.es otro tema...como describes todo...da gusto leer cada cap solo.por como escribes. Pero.arreglame esto por Dios
Un besazo pequeña