viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 19. #InstaMartínez

Me despierto temprano, a las 8. Esta noche no he dormido demasiado bien pensando en todo lo que pasó ayer y ya no aguanto más tiempo metida en la cama dando vueltas.
Antes de desayunar me meto en la ducha. El agua caliente por las mañanas es lo que más me ayuda a despejarme y así al menos podré pensar en lo de Dani con claridad. Ha sido todo muy rápido y tengo miedo de que nos estemos equivocando, que él esté confundiendo sentimientos y que al final nos arrepintamos de todo eso.
Cuando salgo de la ducha, Marta sigue dormida, así que me pongo a preparar el desayuno para mí sola.
Enciendo el móvil. No suelo apagarlo por las noches, pero ayer cuando llegué no quería que me molestara nadie. Quería meterme en mi burbuja junto al recuerdo de Dani en el parque. Eso era todo lo que necesitaba para sentirme bien.
Segundos más tarde de poner el código pin, empiezan a llegarme mensajes, uno tras otro. Los abro rápidamente mientras se hacen las tostadas y veo que son cuatro llamadas perdidas de Flo y algún que otro Whatsapp, que ya miraré luego. Ahora voy a llamar a Flo para ver qué quiere. Debe ser algo muy importante, si no, no habría insistido tanto.
Marco su número y comienza a sonar. Tarda en cogerlo y empiezo a ponerme nerviosa, pero después de unos interminables segundos, al fin contesta.
-¿Anna? ¿Qué pasa? –Por su tono de voz parece que todo está bien.
-No sé, dímelo tú, que me has llamado cuatro veces.
-Ya, debí suponer que anoche os acostasteis tarde y que aún estarías dormida. Lo siento.
-No pasa nada, tenía el móvil apagado. Y bueno… ¿Qué es eso que tenías que decirme? –Con los nervios empiezo a suponer todo tipo de cosas; incluso que ayer los paparazzis volvieron a pillarnos a Dani y a mí. Por suerte, Flo no se hace derogar más y contesta rápidamente.
-Pues que esta mañana estaba tean entusiasmado con la idea del libro que no tuve más remedio que madrugar y llamar al Grupo Planeta para decirle que aceptamos su propuesta, así que tenemos reunión con ellos a las 11. A Dani ya le he avisado yo, así que sólo tienes que preocuparte de ponerte guapa y pensar las condiciones que quieras poner. –Desde que dijo que Dani ya estaba despierto y había hablado con él dejé de prestarle atención a Flo. Así que ya hace rato que se ha levantado y no me ha llamado ni una sola vez… Espero que los whatsapp sean suyos, no porque me vaya a enfadar con él, sino porque quizás él no piense en mí al levantarse como hago yo con él y eso significaría mucho. Me despido de Flo tan pronto como pueda deseando ver el nombre de Dani en la pantalla del iPhone con un mensaje dulce, cariñoso, gracioso o como sea, pero que sea suyo.
Cuando veo que no, que los whatsapps son de Flo contándome lo mismo que me ha dicho ahora por teléfono siento que se me para el corazón, que me falta el aire y el estómago me empieza a doler. Me siento en la silla de la cocina e intento aguantar mis lágrimas. “Vamos, Anna, esto no tiene por qué significar nada”, me digo a mí misma repetidas veces. Respiro hondo y me tranquilizo como puedo. Se me ha quitado el hambre, pero tengo que desayunar. Esa reunión es muy importante y no puedo ir con el estómago vacío. Saco el zumo de la nevera y relleno el vaso que dejé antes en la encimera. Me unto las tostadas con mantequilla y lo llevo todo a la mesa, donde empiezo a comer. Poco a poco me voy terminando la primera tostada aunque me la como dando pequeños mordiscos. No me apetece nada seguir desayunando.
-¡Buenos días Annita! –Miro a mi derecha donde está Marta en pijama bostezando y estirándose. Yo le sonrío y agradezco que se haya levantado ya para no tener que estar más tiempo sola dándole vueltas a lo de Dani.
-Buenos días, Bella Durmiente –Digo bromeando. -¿Mucha resaca?
-No, solo la justa ¿Hay algo de desayuno para mí? –Pregunta acariciándose la tripa.
Pues no te he preparado nada porque no sabía cuándo te ibas a levantar, pero cómete la tostada que me queda, que a mí no me apetece más. –Contesto levantándome de la silla para que se pueda sentar ella.
-¿Seguro? No me importa prepararme yo algo, cariño. –Se acerca a mí y me da un beso en la mejilla.
-No te preocupes, Martita, tengo el estómago cerrado.
-¿Y eso? –Se sienta delante de mi desayuno y me agarra del brazo. –Ven, siéntate aquí y cuéntame qué te pasa. –Yo me siento a su lado y comienzo a jugar con el vaso en el que estaba antes mi zumo.
-Nada, no sé… Creo que hoy estoy demasiado sensible.
-Y es por algo que te pasó ayer con Dani ¿Verdad? –Al oír esto dejo de jugar con el vaso y levanto la cabeza para mirar a Marta a la cara ¿Cómo es posible que sepa eso?
-¿Por qué lo dices?
-Llámalo intuición femenina, pero por el nerviosismo con el que me has contestado, veo que he dado en el clavo. Ahora en tu mano está que me lo cuentes directamente o que tenga que sacarte la información por mis propios métodos.
-Marta, ahora no tengo tiempo –Digo levantándome de la silla –Tengo una reunión con el Grupo Planeta a las 11, pero cuando vuelva hablamos ¿Vale?
-Vaaaaaale, pero me lo tienes que contar todo ¡Eh!
-¡Que sí! –Contesto en voz alta corriendo ya por el pasillo para entrar en mi habitación y buscar qué ponerme. Cuando abro el armario recuerdo que justo ayer estaba en la misma situación que ahora: Con las dos puertas abiertas y totalmente indecisa. La diferencia es que ayer me moría de ganas por ver a Dani y hoy no sé si de verdad quiero verle.
Me tumbo en la cama intentando aclarar mis ideas, pero no lo consigo, así que cojo el iPhone y entro en twitter para ver si mis simoneras me alegran el día con sus mensajes de cariño. Aunque no suela contestar, leo todas las menciones que puedo y muchas veces me ayudan a darle la vuelta a un día gris para convertirlo en día maravilloso.
Cuando carga la aplicación, lo primero que miro son los Trendic Topics. Es una costumbre que tengo desde que me hice la cuenta y así me entero de cuáles son los temas más comentados en el día, ya sea para bien o para mal. Por desgracia, en este caso es para mal. “Dani Martínez” es el primero en la lista de TT’s. Pulso el botón bajo del móvil para salir cuanto antes de twitter, no quiero saber qué ha pasado con él, sólo quiero olvidarme de todo lo relacionado con ese tema al menos hasta después de la reunión.
Abro Instagram y empiezo a mirar las fotos. Una de Cris, otra de Marta que acaba de subir de ayer por la noche, y justo debajo, un vídeo él, de Dani. No sé si verlo o no, pero mientras carga lo veo tan guapo que no soy capaz de dejarlo pasar. Cuando por fin empieza a reproducirse, me quedo con la boca abierta, sin saber qué pensar. Es él en un primer plano todo el tiempo, primero tarareando el principio de la canción que me compuso “Héroes”, luego sale un par de segundos con esa cara de tonto que sólo sabe poner él y que tanto me gusta con los ojos mirando hacia arriba y la sonrisa forzada como si no se estuviera enterando de nada, y por último, dice algo a la cámara, pero sólo moviendo los labios. Vuelvo a reproducir el vídeo dos veces más intentando enterarme de lo que dice, pero no hay manera, así que empiezo a leer los comentarios que ha ido dejando la gente y casi todos coinciden en lo mismo: Dani dice “Te quiero, Simon”. Veo el vídeo una vez más, esta vez intentando cuadrar esas palabras con los labios de Dani y, efectivamente, parece que es eso lo que dice.

Sonrío pensando que no puede ser más tonto y que yo no puedo ser más feliz. Ahora me toca a mí contestarle con otro vídeo.

1 comentario:

  1. AHHHH!! QUE CONTESTE RAPIDO POR FAVOOHH DIOS QUE INTRIGA Y QUE SUPER MONOSO ES DANI!!
    SIGUIENTE!! :)

    ResponderEliminar