Me despierto temprano, a las 8. Esta noche no he dormido
demasiado bien pensando en todo lo que pasó ayer y ya no aguanto más tiempo
metida en la cama dando vueltas.
Antes de desayunar me meto en la ducha. El agua caliente por
las mañanas es lo que más me ayuda a despejarme y así al menos podré pensar en
lo de Dani con claridad. Ha sido todo muy rápido y tengo miedo de que nos
estemos equivocando, que él esté confundiendo sentimientos y que al final nos
arrepintamos de todo eso.
Cuando salgo de la ducha, Marta sigue dormida, así que me
pongo a preparar el desayuno para mí sola.
Enciendo el móvil. No suelo apagarlo por las noches, pero
ayer cuando llegué no quería que me molestara nadie. Quería meterme en mi
burbuja junto al recuerdo de Dani en el parque. Eso era todo lo que necesitaba
para sentirme bien.
Segundos más tarde de poner el código pin, empiezan a
llegarme mensajes, uno tras otro. Los abro rápidamente mientras se hacen las
tostadas y veo que son cuatro llamadas perdidas de Flo y algún que otro
Whatsapp, que ya miraré luego. Ahora voy a llamar a Flo para ver qué quiere.
Debe ser algo muy importante, si no, no habría insistido tanto.
Marco su número y comienza a sonar. Tarda en cogerlo y
empiezo a ponerme nerviosa, pero después de unos interminables segundos, al fin
contesta.
-¿Anna? ¿Qué pasa? –Por su tono de voz parece que todo está
bien.
-No sé, dímelo tú, que me has llamado cuatro veces.
-Ya, debí suponer que anoche os acostasteis tarde y que aún
estarías dormida. Lo siento.
-No pasa nada, tenía el móvil apagado. Y bueno… ¿Qué es eso
que tenías que decirme? –Con los nervios empiezo a suponer todo tipo de cosas;
incluso que ayer los paparazzis volvieron a pillarnos a Dani y a mí. Por
suerte, Flo no se hace derogar más y contesta rápidamente.
-Pues que esta mañana estaba tean entusiasmado con la idea
del libro que no tuve más remedio que madrugar y llamar al Grupo Planeta para
decirle que aceptamos su propuesta, así que tenemos reunión con ellos a las 11.
A Dani ya le he avisado yo, así que sólo tienes que preocuparte de ponerte
guapa y pensar las condiciones que quieras poner. –Desde que dijo que Dani ya
estaba despierto y había hablado con él dejé de prestarle atención a Flo. Así
que ya hace rato que se ha levantado y no me ha llamado ni una sola vez… Espero
que los whatsapp sean suyos, no porque me vaya a enfadar con él, sino porque
quizás él no piense en mí al levantarse como hago yo con él y eso significaría
mucho. Me despido de Flo tan pronto como pueda deseando ver el nombre de Dani
en la pantalla del iPhone con un mensaje dulce, cariñoso, gracioso o como sea,
pero que sea suyo.
Cuando veo que no, que los whatsapps son de Flo contándome lo
mismo que me ha dicho ahora por teléfono siento que se me para el corazón, que
me falta el aire y el estómago me empieza a doler. Me siento en la silla de la
cocina e intento aguantar mis lágrimas. “Vamos, Anna, esto no tiene por qué
significar nada”, me digo a mí misma repetidas veces. Respiro hondo y me
tranquilizo como puedo. Se me ha quitado el hambre, pero tengo que desayunar.
Esa reunión es muy importante y no puedo ir con el estómago vacío. Saco el zumo
de la nevera y relleno el vaso que dejé antes en la encimera. Me unto las tostadas
con mantequilla y lo llevo todo a la mesa, donde empiezo a comer. Poco a poco
me voy terminando la primera tostada aunque me la como dando pequeños
mordiscos. No me apetece nada seguir desayunando.
-¡Buenos días Annita! –Miro a mi derecha donde está Marta en
pijama bostezando y estirándose. Yo le sonrío y agradezco que se haya levantado
ya para no tener que estar más tiempo sola dándole vueltas a lo de Dani.
-Buenos días, Bella Durmiente –Digo bromeando. -¿Mucha resaca?
-No, solo la justa ¿Hay algo de desayuno para mí? –Pregunta acariciándose
la tripa.
Pues no te he preparado nada porque no sabía cuándo te ibas a
levantar, pero cómete la tostada que me queda, que a mí no me apetece más. –Contesto
levantándome de la silla para que se pueda sentar ella.
-¿Seguro? No me importa prepararme yo algo, cariño. –Se acerca
a mí y me da un beso en la mejilla.
-No te preocupes, Martita, tengo el estómago cerrado.
-¿Y eso? –Se sienta delante de mi desayuno y me agarra del
brazo. –Ven, siéntate aquí y cuéntame qué te pasa. –Yo me siento a su lado y
comienzo a jugar con el vaso en el que estaba antes mi zumo.
-Nada, no sé… Creo que hoy estoy demasiado sensible.
-Y es por algo que te pasó ayer con Dani ¿Verdad? –Al oír
esto dejo de jugar con el vaso y levanto la cabeza para mirar a Marta a la cara
¿Cómo es posible que sepa eso?
-¿Por qué lo dices?
-Llámalo intuición femenina, pero por el nerviosismo con el
que me has contestado, veo que he dado en el clavo. Ahora en tu mano está que
me lo cuentes directamente o que tenga que sacarte la información por mis
propios métodos.
-Marta, ahora no tengo tiempo –Digo levantándome de la silla –Tengo
una reunión con el Grupo Planeta a las 11, pero cuando vuelva hablamos ¿Vale?
-Vaaaaaale, pero me lo tienes que contar todo ¡Eh!
-¡Que sí! –Contesto en voz alta corriendo ya por el pasillo
para entrar en mi habitación y buscar qué ponerme. Cuando abro el armario
recuerdo que justo ayer estaba en la misma situación que ahora: Con las dos
puertas abiertas y totalmente indecisa. La diferencia es que ayer me moría de
ganas por ver a Dani y hoy no sé si de verdad quiero verle.
Me tumbo en la cama intentando aclarar mis ideas, pero no lo
consigo, así que cojo el iPhone y entro en twitter para ver si mis simoneras me
alegran el día con sus mensajes de cariño. Aunque no suela contestar, leo todas
las menciones que puedo y muchas veces me ayudan a darle la vuelta a un día
gris para convertirlo en día maravilloso.
Cuando carga la aplicación, lo primero que miro son los
Trendic Topics. Es una costumbre que tengo desde que me hice la cuenta y así me
entero de cuáles son los temas más comentados en el día, ya sea para bien o
para mal. Por desgracia, en este caso es para mal. “Dani Martínez” es el
primero en la lista de TT’s. Pulso el botón bajo del móvil para salir cuanto
antes de twitter, no quiero saber qué ha pasado con él, sólo quiero olvidarme
de todo lo relacionado con ese tema al menos hasta después de la reunión.
Abro Instagram y empiezo a mirar las fotos. Una de Cris, otra
de Marta que acaba de subir de ayer por la noche, y justo debajo, un vídeo él, de Dani.
No sé si verlo o no, pero mientras carga lo veo tan guapo que no soy capaz de
dejarlo pasar. Cuando por fin empieza a reproducirse, me quedo con la boca
abierta, sin saber qué pensar. Es él en un primer plano todo el tiempo, primero
tarareando el principio de la canción que me compuso “Héroes”, luego sale un
par de segundos con esa cara de tonto que sólo sabe poner él y que tanto me
gusta con los ojos mirando hacia arriba y la sonrisa forzada como si no se
estuviera enterando de nada, y por último, dice algo a la cámara, pero sólo
moviendo los labios. Vuelvo a reproducir el vídeo dos veces más intentando
enterarme de lo que dice, pero no hay manera, así que empiezo a leer los
comentarios que ha ido dejando la gente y casi todos coinciden en lo mismo:
Dani dice “Te quiero, Simon”. Veo el vídeo una vez más, esta vez intentando
cuadrar esas palabras con los labios de Dani y, efectivamente, parece que es
eso lo que dice.
Sonrío pensando que no puede ser más tonto y que yo no puedo
ser más feliz. Ahora me toca a mí contestarle con otro vídeo.
AHHHH!! QUE CONTESTE RAPIDO POR FAVOOHH DIOS QUE INTRIGA Y QUE SUPER MONOSO ES DANI!!
ResponderEliminarSIGUIENTE!! :)