domingo, 29 de septiembre de 2013

Capítulo 27. Ten cuidado.

Abro Twitter y empiezo a leer los primeros tuits que me van llegando. Casi todos dan por hecho que esa boca es la de Dani e incluso llego a recibir algún que otro videomontaje de esos que nos hacen desde TLJ. La única diferencia es que antes me reía viéndolos y ahora me quedo mirándolos embobada como una tonta. Me doy cuenta de que realmente hemos estado tonteando durante tres años y ninguno de los dos nos hemos dado cuenta hasta ahora. Quizás ese no fuera el momento y con el estrés y el roce diario de hacer un programa en directo no habríamos acabado como más nos gustaría. En cambio, ahora tenemos nuestros propios proyectos por separado y aunque eso nos quite horas para estar juntos, siempre viene bien que cada uno tenga su espacio a parte.
-¿Qué estás viendo? –Levanto la mirada de la pantalla del móvil y veo a Dani en la puerta de la habitación. Se acerca a mí y se sienta conmigo en la cama.
-Uno de nuestros vídeos, que me lo acaban de mandar por Twitter. –Apoya su cabeza en mi hombro y se queda sonriendo mientras mira el vídeo.
-Nuestra historia de amor.
-Bueno, ahí todavía no era de amor. –Contesto un poco avergonzada. Todavía me cuesta hablar de esto en voz alta sin sonrojarme.
-Yo creo que sí lo era. –Me quedo callada sin saber qué decir. –Nuestra historia comienza desde el día en el que Quequé nos presentó y todo cuanto hemos dicho y hecho desde entonces nos ha llevado a lo que ahora estamos construyendo. – Vuelvo a quedarme callada, pero esta vez le digo que le quiero con un beso. Él me corresponde y poco a poco se va tumbando en la cama para que yo le siga. Apoyo la cabeza en su pecho y él me rodea la cintura con una mano mientras que con la otra me acaricia el pelo.
-Dani, soy tan feliz… que incluso tengo un poco de miedo de todo esto que estoy sintiendo.
-No tienes que tener miedo, mi niña. Para mí esta sensación también es nueva ¿Sabes? Pero siento que estoy haciendo las cosas bien. Que por primera vez todo encaja y eso es porque tú eres la pieza que me faltaba, lo tengo muy claro.  –Levanto un poco la cabeza y le doy un beso en la barbilla.
De repente, empieza a sonar mi móvil. Veo en la pantalla que es mi madre quien me llama y descuelgo un molesta por haber roto este momento y preocupada por si le pasa algo.
-¿Sí, mamá? –Intento que no se me note.
-Hola, cariño ¿Dónde estás? –Me encantaría poder decirle que estoy en casa para que no me hiciera preguntas, pero no quiero mentirle. Además, seguramente me habrá llamado al móvil porque en casa no le habrá contestado nadie o Marta le habrá dicho que no estoy.
-Estoy… en casa de Dani, hablando de la propuesta que nos hicieron del libro. –No es que le quiera ocultar que estamos juntos, pero prefiero decírselo en persona.
-Ya. De eso te quería hablar. –Me pongo nerviosa al oírlo.
-¿Del libro? –Digo intentando disimular.
-No, de lo de Dani. –Lo sabe, tal y como me imaginaba. –Me ha dicho tu hermana no sé qué de una foto y unos comentarios en el Twitter ese. Que sois uno de los temas más hablados en España o algo así. –Veo que no sabe mucho de lo que está hablando, pero que intuye lo más importante.
-Ah ¿Sí? No sabía nada de eso
-Pero lo de la foto sí lo sabrás ¿No? ¿O no has sido tú quien lo ha subido a internet?
-Sí, sí. La he subido yo. –No sé a dónde quiere llegar, pero me estoy poniendo nerviosa.
-Entonces… ¿Sois novios o algo así?
-Mamá, prefiero contártelo cuando vaya a casa ¿Vale? Intentaré coger un vuelo barato en estos días. –Al oír esto, Dani me mira y me pone cara de niño triste. Yo le acaricio la barbita encogiendo los hombros y me acero a él para darle un beso en la mejilla.
-Vale, cariño. Avísame cuando vayas a venir y tráetelo también si quieres.
-¿Qué me traiga qué?
-A Dani. Seguro que a tu padre le hace mucha ilusión volver a verle y a mí me encantaría verte sonreír con él. Seguro que estás preciosa cuando le miras.
-Va, mamá, no seas exagerada  -Digo mientras me sonrojo. –No sé si le apetecerá, pero yo se lo digo de tu parte.
-Avísame si va a venir para poner un plato más en la mesa.
-Sí, ya lo sé. No te preocupes por eso. –Digo intentando zanjar el tema para colgar y poder volver a dedicarme al 100% a ese hombre maravilloso que tengo a mi lado.
-Y otra cosa más, Anna. Ten mucho cuidado ¿Vale?
-¿Cuidado con qué? –No creo que se esté refiriendo a Dani. Está claro que le adora.
-Con cómo te expones al público. Me parece estupendo que quieras compartir con todos el hecho de que estés enamorada, pero quiero que tengas presente dónde está el límite porque una vez que lo atravieses, ya no hay marcha atrás. –Estas últimas palabras me dejan un mal sabor de boca, pero al fin y al cabo era algo que yo ya había pensado.
-Ya, ya lo sé. Te aseguro que lo he meditado mucho antes de publicar la foto. –En ese momento, Dani me mira extrañado y estira rápidamente el brazo para coger su iPhone y buscar en las redes sociales.
-Pues nada, cariño. No te molesto más que seguro que estás deseando volver a quedarte a solas con él y yo lo único que hago ya es estorbar.
-Anda ya, mamá. Tú nunca estorbas.
-Bueno, bueno. Os dejo solos. Un beso, hija.
-Otro para ti, mamá. Y gracias por el consejo. Lo tendré siempre presente.
Las dos colgamos casi al mismo tiempo y justo después de hacerlo, Dani me agarra por la cintura y me da un beso en el cuello.
-Así que no lo quieres hacer público pero subes una foto a Instagram que nos delata totalmente… ¿No crees que es una forma un poco extraña de mantenerlo oculto? –Dice sonriendo mientras me sigue besando, cada vez de forma más intensa.
-No sé de qué me hablas. Soy totalmente inocente. –Digo siguiéndole el juego y disfrutando de sus besos.
-¿Inocente? Tendrás que esperar al juicio para ver cómo se te declara.
-Sin cuerpo no hay delito. –Contesto creyendo que me he salido con la mía.

-¿Ah, sí? –Me coge por la cadera y la empuja hacia delante para dejarme tumbada sobre la cama. Se coloca encima de mí y me quita la camiseta. –Pues yo ahora mismo estoy viendo un cuerpo; y no es un cuerpo cualquiera. Queda usted detenida.

2 comentarios: