Me separo un poco de él y sin dejar
de mirarle a los ojos, le paso la mano por el pelo y me lanzo.
-Dani… ¿No crees que estamos yendo
demasiado rápido?
-¿Demasiado rápido? Anna, hace años
que nos conocemos y hasta ahora no hemos sabido ver lo que sentíamos. Yo lo que
creo es que hemos tardado demasiado.
-Bueno, no me refería a eso, sino a
que quizás nos estemos dejando llevar demasiado, que no estamos pensando las
cosas y puede que algún día nos arrepintamos de todo esto. –Dani me agarra la
cara con sus dos manos y me mira fijamente.
-Anna, yo nunca me voy a arrepentir
de esto.
-Eso no lo puedes saber, Dani. –Digo
mientras agacho la cabeza y fijo mi mirada en el suelo. Me siento mal por
haberle dicho eso, pero es realmente lo que pienso.
-Pero eso es lo bonito, Anna. No voy
a saber qué pasará dentro de 50 años, ni de 20, ni de 10. Ni siquiera voy a
saber qué pasará mañana, pero nada de eso me importa porque hoy estoy contigo y
con eso me vale. Este momento que estamos viviendo ahora, juntos, mirándonos a
los ojos, es tan maravilloso que no me interesa saber si mañana estallará la
III Guerra Mundial porque pase lo que pase, podré sonreír pensando en ti, en
esto que estamos viviendo ahora.
-Sí, Dani pero… -Esto que me ha dicho
es tan bonito que casi no me salen las palabras y no puedo evitar que mis ojos
se empañen de emoción. Aún así, necesito saber que a él no sólo le preocupa
vivir el presente, sino que también quiere un futuro a mi lado. –No sólo se
trata de lo que sintamos, sino de lo que estamos dispuestos a construir. A
veces es necesario usar la cabeza. –Digo sin pensar y arrepintiéndome al
instante. Parece que le he reprochado que nunca piense las cosas y, en parte,
es eso lo que pienso, pero no es momento de reproches.
-Anna, el amor se siente aquí –Dice llevándose
la mano al lado izquierdo del pecho. –No aquí. –Sonríe señalándose la cabeza. –Podemos
hacer juntos todos los planes que quieras y yo estaré encantado de compartirlos
contigo, pero a mí lo único que me importa es que seas tú la que esté conmigo
para vivirlos; y eso sólo se consigue viviendo el presente y cuidándote ahora
como te mereces en lugar de pensar que quién sabe cuándo estaremos viviendo
juntos.
-No sé qué decir. –Contesto sonriendo.
Realmente tiene razón y me ha dejado más que claro que no soy un capricho. Que me
quiere de verdad tanto como yo le quiero a él.
-¿Qué tal si no dices nada y me das
un beso? –Yo obedezco y acerco despacio mis labios a los suyos hasta que por
fin siento su cálida boca acariciando la mía.
-Te quiero. –Susurro casi sin dejar
de besarle. Cada vez estamos más pegados el uno al otro, sintiendo como
nuestros cuerpos se atraen.
-Me tienes loco, Simon. –Contesta mientras
me acaricia la parte externa del muslo y desliza lentamente mi vestido un poco
hacia arriba.
-Dani, la cena. –Digo recordándole
que aún está toda la comida en la mesa.
-Ahora solo quiero comerte a ti. –Se levanta
cogiéndome en brazos sin dejar que mis pies toquen el suelo. Al hacerlo, uno de
mis tacones se me sale y cae justo al lado de su pie. Él me mira con esa
sonrisa de medio lado que hace que me derrita y me aprieta más contra su pecho.
–Veo que tienes prisa por desnudarte. –Me besa. –No te preocupes que ahora te
ayudo yo. –Camina su habitación sin que paremos de besarnos ni un instante y me deja caer despacio sobre la cama para
colocarse luego encima de mí. Me estremezco al notar que empieza a besar mi
cuello. Me encanta que lo haga de forma tan delicada pero tan placentera al
mismo tiempo. Vuelve a subirme un poco el vestido y yo me agarro a su espalda
para levantar mi cadera y que así pueda continuar subiéndolo, pero cuando llega
a la altura de la cintura se para y con la misma mano me sostiene la cara para
continuar besándome. No puede ser que me deje así, necesito que siga, que me dé
más de él. Le saco la camisa del pantalón y le desabrocho los botones empezando
por el de abajo hasta llegar al último y me deshago de ella dejándola caer en
el suelo. Empujo un poco el hombro de Dani para que se despegue de mí y cuando
lo hace me siento sobre la cama. Le agarro la nunca y le vuelvo a atraer hacia
mí para poder seguir besándole. Él se da cuenta cada segundo que pasa necesito
tenerlo más cerca, de modo que vuelve a agarrar mi vestido y termina de
quitármelo del todo sacándolo por la cabeza, dejándome así en ropa interior. Yo
me muerdo el labio intentando sofocar el calor que siento ahora mismo en cada
parte de mi cuerpo y él se queda mirándome de arriba abajo haciendo que me
sonroje.
-¿Puedo hacerte una foto y mandársela
a Chuspi? –Dice sonriendo intentando picarme. Yo le pego una palmada en el
pecho y finjo estar enfadada mientras le contesto.
-Ni se te ocurra. –Pero acto seguido
le vuelvo a besar. No sé qué me pasa que no soy capaz de estar ni un segundo
sin sentir que toca mi piel.
-¡Vamos! ¡Un cuarpazo así no se ve
todos los días! Déjame presumir un poco con mis amigos. –Dice mientras me vuelve a tumbar sobre la
cama.
-En tu mano está que lo sigas viendo
o no. –Contesto de forma pícara.
-Entonces ten por seguro que nos
volveremos a ver. –Dice mirándome de arriba abajo como si estuviera hablándole
a mi cuerpo. Yo le quito la correa y acto seguido hago lo mismo con sus
pantalones, quedándonos los dos en ropa interior. Se coloca entre mis piernas y
comienza a moverse lentamente haciendo que nuestros cuerpos se rocen. Desliza
su mano derecha por mi cintura, bajando hasta mi cadera hasta introducirla por
dentro de mi tanga y comienza a acariciarme. Yo no puedo evitar gemir y sentir
cada vez más y más calor. Sabe cómo volverme loca y lo está consiguiendo de
sobra. Necesito más de él, pero sólo me entrega lo que quiero a cuenta gotas y
eso hace que lo necesite aún más.
Por fin se deshace de mi ropa
interior. Primero la parte de arriba y luego la de abajo. Yo hago lo mismo con
sus bóxers y finalmente conseguimos estar más cerca el uno del otro que nunca.
Noto cómo entra dentro de mí consiguiendo que me estremezca con cada movimiento
que hace y poco a poco va consiguiendo satisfacer mi ansia con su boca en mi
cuello sintiendo mi sangre caliente, sus dientes en mi hombro tensando mis
músculos como alambres.
-Me vas a matar. –Consigo balbucear
entre gemidos. El sonríe y es entonces cuando me embiste para llegar hasta el
fondo. Nuestros cuerpos sudorosos resplandecen entre la lujuria y Dani clava
sus ojos en los míos. Intento hablar, decir cualquier cosa, pero lo único que consigo
pronunciar es su nombre al terminar, quedándome aturdida y sin aliento debajo
de su cuerpo que ha caído sobre el mío desplomado como una piedra. Si no
sintiera su corazón latir contra mi pecho, diría que ha caído en un profundo
coma, pero unos segundos más tarde inspira hondo, suspira y se aparta
quedándose tumbado a mi lado.
Mentiría si dijera que ahora no estoy
más cómoda, pero también es cierto que al despegarse de mí ha dejado un pequeño
vacío que sólo puedo volver a llenar con uno de sus abrazos y me acero a él
para conseguirlo.
-Te quiero Anna. Eres perfecta.
-Yo también te quiero. –Digo mirándole
a los ojos.
-¿Puedo hacerte la foto ahora? –Dice sonriendo
mientras estira el brazo como si fuera a coger el móvil de la mesilla de noche.
-¡Pero mira que eres tonto! –Digo pegándole
un mordisco en la barbilla y comenzamos a reír.
-Creo que va siendo hora de que
hagamos público lo nuestro ¿No?
-¡¿Qué?!
Pero como puedes escribir tan jodidamente perfecto??? Ahdkscusjjdks *-----*
ResponderEliminarQue monosos Anna y Dani por Dios :''') Siii!! Que lo hagan publico yaaaa!!!! Jajaja
Siguienteeeee :3
que jodida perfeccion de capitulo :) que lo hagan publico! siguiente :)
ResponderEliminar¿CÓMO LO HACES PARA QUE LOS CAPS SEAN TAN TREMENDAMENTE PERFECTOS? ¿EH? ¿CÓÓÓMO?
ResponderEliminarPor favor, siguiente ya!!!
Muchas gracias por los comentarios!!! Subiré el próximo prontito!! :)
ResponderEliminar