miércoles, 7 de agosto de 2013

´Capítulo 10. Yo a ti también, Dani.

-Pues… Es algo que pasó ayer.
-¿Qué es, Dani? Me estás poniendo nerviosa. –Y no miento. Mi corazón late más deprisa que nunca y me tiembla todo el cuerpo, incluso la voz. Sé perfectamente lo que me va a decir: Que se ha dado cuenta de cómo le miro, de cómo suspiro cuando le tengo cerca y que no puede ser. Que sólo somos buenos amigos y que no quiere que me lo tome a mal, pero que no siente lo mismo que yo. Incluso puede que me diga que está conociendo a otra chica. En ese caso no sé si sería capaz de salir esta noche con todo el equipo. Le diría a Marta que se disculpara por mí y me quedaría en casa comiendo botes y botes de Nocilla. -Ya, bueno… es que no sé cómo decírtelo. Antes que nada quiero que sepas que nada va a cambiar en nuestra relación, al menos por mi parte. –Vale, Anna, está claro que se ha dado cuenta de todo lo que pasó ayer por mi cabeza ¡Qué vergüenza! Y lo peor de todo es que él quiere seguir estando conmigo como siempre, como si no hubiera pasado nada. Es tan bueno que no me lo merezco ni como amigo. Los ojos se me humedecen, pero intento respirar hondo para tranquilizarme y que no se dé cuenta de que estoy hecha polvo.
-Dani, yo…
-Mira Anna –Me corta –No debí haberte llamado. Esto es algo que hay que hablarlo en persona y no me siento cómodo diciéndolo por teléfono. Esta noche lo hablamos tranquilamente ¿Vale? –No tener que enfrentarme ahora mismo a todo esto me alivia bastante, pero por otro lado, lo único que hemos hecho es aplazarlo. Es decir, que me tendré que enfrentar dentro de unas horas… Al menos he ganado tiempo para pensar cómo suavizarlo todo un poco.
-Vale –Intento parecer lo más tranquila posible, pero todavía me tiembla la voz y creo que Dani lo nota.
-Bueno… ¿Qué era eso que me querías decir antes?
-¿Qué? –Yo pensaba explicarle todo, pero ahora no sé si hacerlo. Creo que voy a esperar hasta esta noche.
-Antes, cuando te he llamado. Me ibas a preguntar si había visto algo. -¡Es verdad! ¡La noticia! No puedo evitar sonreír al recordarlo.
-¡Ah, sí! Te iba a preguntar si habías visto la noticia de Vertele
-Sí, imposible no verla con tantas menciones en Twitter hablándome de ella jajajaja. Parece que después de tantos años no podemos evitar amarnos jajajaja -¿Qué? ¿Se está riendo de mí? No me hace ninguna gracia que se ría de lo que siento. Al fin y al cabo esto no es fácil para mí y él no debería aprovecharse para sacarse unas risas a mi costa.
-Sí, ya. –Contesto de forma seca. No me apetece seguir hablando con él. –Oye, ¿está Marta por ahí?
-Sí, justo ahora está poniéndose los zapatos para ir a tu casa ¿Te la paso?
-Sí, por favor.
-Nos vemos esta noche
-Hasta luego –Escucho a Dani diciéndole a Marta que se ponga y tras algunos segundos de espera, por fin obtengo respuesta a mi petición.
-Dime, Annita. ¿Qué pasa? –Noto que está sonriendo al otro lado del teléfono y es que Marta es así, siempre tan risueña y encantadora que dan ganas de darle un achuchón en cada momento.
-Marta, por favor, no le digas nada a Dani de lo que hablamos ayer. Cuando vengas a casa te lo cuento todo, pero por favor te lo pido, ni una palabra a Dani.
-¿Pero por qué? ¡Si ya todo el mundo sabe lo vuestro! ¿Qué hay de malo en hablarlo?
-¡¡¡Shhhhhhhhhhh!!! ¡No lo digas en voz alta! ¿Te ha escuchado Dani?
-No, se ha ido a su cuarto. No entiendo nada, Anna.
-Que lo de Vertele es mentira, que Dani y yo seguimos siendo amigos y punto. Esta noche vamos a hablar de todo esto porque creo que se ha dado cuenta de lo que siento.
-Pues mucho ha tardado en verlo ¡Se te ve venir de lejos, Anna! –Yo me sonrojo al oír esto.
-¿Tanto se me nota?
-Mucho más de lo que crees, pero volviendo al tema importante… ¿Cómo es que sólo sois amigos? ¿Para eso me fui yo antes?
-Marta, te agradezco mucho lo que intentaste, pero eso sólo me sirvió para darme cuenta de que sin Dani me muero.
-¿Y las fotos?
-¿Qué fotos?
-Las de las revistas. Están por todas partes. -¿Cómo? ¿Hay fotos de anoche? Necesito verlas cuanto antes.
-¡Mierda, no las he visto! En internet no he encontrado ninguna foto.
-Pues están en portada en más de una revista.
-¿Las puedes comprar de camino a aquí para que yo las vea?
-Vale, pero tienes mucho que explicarme, señorita, porque en las fotos se os ve como si fuerais una pareja de toda la vida y ahora me dices que no, que soy “amigos y punto”. –Esto último lo dice poniendo voz repipi, como si me estuviera imitando.
-Cuanto antes vengas, antes te cuento, así que ven rápido, por favor. Necesito ver esas fotos.
-Cojo el bolso y voy para allá. Te paso a Dani que quiere decirte algo.
-Nononono
-Anna. –Demasiado tarde. Es él y no me apetece nada que vuelva a reírse de mí.
-Dani, tengo prisa.
-Perdona. Sólo quería decirte que ayer me lo pasé muy bien y que me apetece abrazarte como aquella vez que faltaste una semana a Otra Movida. No sé por qué no lo hice ayer, pero te he echado mucho de menos. –Y después de esto… ¿Qué se supone que tengo que hacer yo?

-Yo a ti también, Dani.

No hay comentarios:

Publicar un comentario