lunes, 19 de agosto de 2013

Capítulo 13. ¿Hay trato?

Las lágrimas comienzan a caer despacio desde mis ojos hasta mi barbilla, donde se precipitan cayendo al lavabo del cuarto de baño. Intento controlar mi respiración, espirar e inspirar de forma pausada, pero mi corazón no me lo permite. Él prefiere ir a mil por hora alterando todas y cada una de las partes de mi cuerpo.
Oigo abrirse la puerta y me giro rápidamente deseando que sea Dani y que me bese sin decir si quiera una palabra, que sean nuestros gestos los que hablen y se digan “te quiero”; pero no es él quien entra en el baño, sino Marta. Tan solo con verme la cara se abalanza sobre mí y me abraza.
-Anna, cariño, ya está. Estoy aquí contigo ¿Vale? –Al sentir su apoyo mis sentimientos se desbordan y casi no puedo respirar. Lloro como nunca antes lo había hecho mientras me aferro al abrazo de Marta para salir de este pozo en el que yo solita me he metido. No puedo hablar, pero tampoco quiero hacerlo. Por suerte Marta me comprende sin necesidad de que yo se lo haga saber y sigue abrazándome con todas sus fuerzas, hasta que pasan un par de minutos y me separo de ella aprovechando que ya estoy más relajada y que he soltado todo lo que tenía dentro.
-¿Estas mejor? –Me dice acariciándome la mejilla con la parte exterior de los dedos. Yo asiento con la cabeza y sonrío para agradecerle que siempre esté cuando más la necesito. -¿Qué ha pasado, Anna? He visto a Dani entrar en el baño, pero cuando ha salido tenía una expresión muy rara en la cara. Realmente no sé si estaba contento, decepcionado, o yo que sé, por eso he venido a ver cómo estabas tú ¿Le has contado lo que sientes y te ha dicho que no puede seguir siendo tu amigo? ¿Por eso estás así? Si es eso, no creo que esté hablando en serio, Anna, ya sabes que Dani es muy impulsivo y. –Le interrumpo antes de que termine.
-No es eso Marta, yo no le he dicho nada. –Digo agachando la mirada avergonzada por no haber tenido el valor de contárselo. –Ha sido él quien me ha confesado cosas.
-¿Cosas? ¿Qué cosas?
-Que ayer estuvo a punto de besarme, pero que no lo hizo porque soy su amiga y no quiere acabar con nuestra amistad.
-¡Pero si eso es genial, Anna! ¿No te das cuenta de que él también siente algo por ti? –Me dice cogiéndome de los hombros con sus manos y regalándome una preciosa y amplia sonrisa.
-Sí, siente que quiere pasar una noche conmigo y nada más, al igual que hace con otras. –Al decir esto en voz alta se me vuelve a escapar otra lágrima. –Ha sido él mismo quien me lo ha dicho. –Marta me seca la parte de debajo de mis ojos con sus pulgares para que no se me corra el maquillaje y cuando lo hace, me sostiene la cara entre sus manos para decirme:
-Ni él mismo sabe lo que siente. Hazme caso Anna, está loco por ti y te lo voy a demostrar esta noche. –Yo sonrío como cada vez que Marta se propone uno de sus retos. Y lo peor de todo es que siempre los acaba cumpliendo. Oírle decir eso me da la esperanza suficientes como para poder sonreír durante la cena y que nadie del equipo se dé cuenta, o al menos es eso lo que voy a intentar hacer. –Ahora vamos a salir que el equipo se estará preguntando qué hacemos aquí metidas tanto tiempo.
-Espera, voy a retocarme antes que de tanto llorar tengo la cara hecha polvo.
-Anna, estás preciosa así tal cual, con los ojos brillosos y los labios un poco hinchados ¿Cuánto te apuestas a que Dani se queda mirándote mientras sonríe por lo menos cinco segundos cuando salgamos?
-Marta, no digas tonterías jajaja
-No es ninguna tontería. Vamos, di qué te apuestas.
-No sé, yo soy muy mala para estas cosas… No soy muy de apostar.
-Bueno pues… Si gano yo, tienes que bailar en la discoteca a la que vayamos después con tu Romeo de León.
-¿Y si gano yo? –Me pongo nerviosa sólo de pensar en volver a bailar con Dani.
-Si ganas tú pago yo el taxi de vuelta a casa ¿Hay trato? –Dice extendiéndome la mano. Dudo unos instantes pero al fin y al cabo no tengo nada que perder. Y si Dani no me hace caso, por lo menos me vuelvo gratis a casa.
-Hay trato. –Extiendo mi mano hacia la suya y nos damos un apretón.
-¡Trato cerrado! –Dice Marta imitando a Raúl en su nuevo programa Negocia Como Puedas y comenzamos a reír. Marta me agarra por la cintura y salimos juntas del baño riéndonos a carcajadas. Mientras caminamos hacia la mesa donde están todos, oigo a marta decir muy bajito:

-Uno… Dos… Tres… -Sin ni siquiera pensarlo miro a Dani y ahí está, tal y como Marta había dicho antes –Cuatro… Cinco… Seis… y así podría seguir hasta que me aburriera.  –Yo le miro sonriendo mientras nos sentamos agradeciéndole que sea tan payasa conmigo. –Menos risitas y más acción. Me debes un espectáculo de baile con ese señor que está ahí sentado. –Dice señalando a Dani con la cabeza. Yo respiro hondo e intento seguir comiendo… Me espera una noche movidita.

3 comentarios: