El resto de la cena transcurre tranquila. Todos seguimos
bromeando y recordando momentos de los tres programas que llevamos a nuestras
espaldas; y a pesar de que algunos como Dani, Raúl y Cris no han trabajado en
todos, se integran en la conversación y se divierten como hacemos los demás.
Ya no estoy tan tensa como antes, pero cada vez que veo a
Dani sonreír me vuelvo a poner muy nerviosa pensando en el baile que le he
prometido a Marta. Quizás debería parar toda esta locura que se ha creado a mi
alrededor sin ni siquiera darme cuenta, pero es que ahora estoy sintiendo algo
muy fuerte por Dani y eso no se puede parar. Es algo muy difícil de explicar
porque ni yo misma sé lo que es exactamente. Sólo sé que me quedo embobada con
cada cosa que hace, que todo lo que dice me parece increíblemente dulce y que a
nadie mejor que a él le sienta esa barbita de tres días perfectamente
recortada.
No, no sé lo que es, pero sí que se que me está removiendo
todo por dentro y está dejando mis sentimientos patas arriba.
Siento que me ahogo y miro a Marta intentando encontrar la
forma adecuada de que frene todo esto porque siento que va a acabar conmigo,
pero la sonrisa que me regala al verme hace que no sea capaz de decírselo. Lo
mejor será que aguante esta noche y mañana empiece a olvidarme de Dani, o al
menos a intentarlo tal y como había previsto ayer. Estas falsas ilusiones no me
están haciendo ningún bien.
Terminamos de cenar y el dueño del restaurante decide
invitarnos a una ronda de chupitos, pero entre una cosa y otra, nos quedamos
allí un par de horas más charlando. Algunos se cambian de sitio, otros se ponen
de pie y yo me quedo sentada en mi silla dándole vueltas al pedacito de flan
que me queda en el plato mientras pienso en cómo afrontar todo lo que me espera
mañana.
Mirando al plato, noto cómo se sienta a mi lado, ocupando el
sitio en el que antes estaba sentada Marta, gira la silla hacia mí y me rodea
la cintura con su brazo.
-Anna… Te noto rara.
Como si estuvieras triste ¿Qué es lo que te pasa?
Yo levanto la cabeza y le miro a los ojos. Veo que está
preocupado, que tiene la frente tensa y eso es muy raro en Flo. Sonrío intentando
calmar su preocupación, pero creo que me conoce demasiado bien como para saber
que estoy fingiendo.
-Estoy bien. Me encanta que sigamos reuniéndonos después de
todo, pero me da pena pensar que ya se acabó –Y en cierto modo no le estoy
mintiendo. Quizás incluso lo de Dani me afecta más por el hecho de que la
situación de hoy me produce bastante melancolía.
-¿Y nada más?
-¿Te parece poco que os eche de menos? –Digo entre risas para
destensar un poco el ambiente.
-Me parece más que suficiente, Annita, pero yo sé que hay
algo más.
-¿Algo como qué? –Pregunto intentando descubrir si realmente
sabe lo que pasa o si simplemente se preocupa sin saber el por qué.
-Eso es lo que quiero que tú me digas. No me gusta verte así,
tan apagada… Hoy has llegado arrasando con todo, llena de vida; pero al rato te
has apagado como si no tuvieras más fuerzas para seguir adelante. Luego te has
ido al baño y has vuelto riéndote con Marta, pero yo sé que esa risa no
escondía felicidad. Y ahora te quedas aquí, sin hablar con nadie y mirando tu
plato a pesar de que no has comido casi nada. Sé que te preocupa algo, Anna. O
más bien, te preocupa alguien. Alguien de los que estamos hoy aquí y por eso
tienes esos cambios de ánimo tan bruscos. –Yo suspiro y mis ojos se empañan de
lágrimas al instante. Flo siempre sabe si me pasa algo o no y esta vez no está
siendo diferente.
-¡Vaya! Si no te hacen contrato para un programa nuevo
podrías ser detective jajajaja. –Bromeo mientras se derrama una primera
lágrima. Flo me abraza al verla caer y me aprieta fuerte sin decirme nada,
justo lo que necesito en ese momento. Yo rompo a llorar escondida en su hombro
para que nadie me vea hasta que él se levanta de la silla, me da la mano y me
lleva a un rincón del restaurante en el que no nos ve nadie porque ya es tan
tarde que solo quedamos nosotros.
-Anna, por favor, cuéntame qué te pasa. Solo quiero ayudarte.
-Ya lo sé, -Digo más calmada y mirando al suelo. –Pero es que
es todo muy difícil. No sabría por dónde empezar… Necesito tiempo para aclarar
mis ideas.
Flo coge mis dos manos, las junta mientras las acerca a su
cara y las besa.
-Entonces tómate tu tiempo y ten siempre presente que estoy
contigo para todo.
Yo asiento con la cabeza sintiéndome más tranquila al estar
cerca de Flo y él me vuelve a abrazar transmitiéndome un poco más de fuerza
para enfrentarme a todo lo que me viene encima.
Me vuelve a coger de la mano y caminamos juntos hasta la mesa
donde están los demás. Veo que Dani me mira, pero cando se da cuenta de que yo
también le estoy mirando a él, se gira y hace como si no me hubiera visto. Está
claro que nada va a ser como antes.
El resto del tiempo que nos quedamos en el restaurante estoy
casi todo el rato hablando con Raúl. Es un hombre maravilloso con un sentido
del humor increíble y al que quiero muchísimo. Siempre consigue hacerme reír a
carcajadas y esta vez no ha hecho ninguna excepción. Incluso diría que se ha
esforzado más que de costumbre. Realmente no sé si lo hace porque se ha dado
cuenta de que no estoy pasando mi mejor momento o simplemente ha sido
casualidad; el caso es que es un cielo de persona y yo tengo la suerte de
tenerlo como amigo.
Al salir de allí decidimos ir a tomar algo tal y como
habíamos planeado, pero son muchos los que deciden bajarse en esta parada e
irse ya a casa. Realmente se nos ha hecho muy tarde en el restaurante y algunos
tienen muchas cosas que hacer al día siguiente; y tras un último abrazo de Flo,
el más tierno de todos los que me ha dado hoy, nos quedamos sólo los más
jóvenes del equipo, a excepción de Nacho y Meri que estaban ya cansados y han
decidido irse a casa también.
Marta se acerca a mí y me susurra sonriendo.
-Empieza el reto.
Solo de pensar en lo que se le habrá ocurrido empiezo a
temblar, pero como ya dije antes, cuando Marta se propone algo no hay quien la
pare y hoy se ha propuesto descubrir los sentimientos que tiene Dani hacia mí.
-¡Os propongo un juego! ¡Pero antes tenemos que entrar en
algún sitio que nos sirvan los chupitos bien cargados! –Dice bien fuerte para
que se enteren todos.
-Eso déjamelo a mí, que en ausencia de mi hermano, yo soy
quien más sabe de esto –Contesta Dani. –Además, por aquí cerca hay uno de
confianza, así que no os voy a hacer andar mucho, que veo que algunas os habéis
puesto hoy unos tacones bien altos –Dice mientras me mira con media sonrisa en
su boca. Acto seguido Marta me levanta sus dos dedos pulgares y sonríe victoriosa.
-¡Se ha fijado en ti! ¡Lo sabía! –Grita entre susurros y yo
me muero de la vergüenza deseando que no lo haya escuchado nadie más.
-Marta, eso no significa nada. –Contesto aún susurrando.
-Esto significa el comienzo, ya lo verás. Cuando entremos en
el local que Dani dice y empecemos a jugar me acabarás dando la razón.
Minutos más tarde, estamos ya en el reservado de un pub que
juega mucho con la iluminación en tonos azules y blancos, lo cual da un ambiente
íntimo y no muy recargado. Ya hemos pedido todos nuestra primera ronda de
chupitos, o más bien la segunda si tenemos en cuenta la que nos han regalado en
el restaurante y nos vamos sentando alrededor de la mesa de madera que hay para
nosotros. A mí no me apetece sentarme con Dani, así que busco con la mirada a
Marta, pero cuando me doy cuenta están ya uno sentado al lado del otro, así que
me acabo sentando con Cris, con la que no he hablado demasiado en toda la
noche.
Tan solo un rato después nos traen los chupitos que hemos
pedido y nos dejan la botella en la mesa a petición nuestra.
-Bien chicos, aquí comienza el “Qué prefieres”.
Me encantaaa!!! Que mono Flo intentando ayudar a Anna. A ver que se le ha ocurrido a Marta xD
ResponderEliminarMe podrias avisar en twitter cuando subas capi?? @StanathanAlways :)
Claro!! Me apunto tu twitter :)
Eliminar