Me despierto abrazada a la almohada y siento los ojos más
hinchados que nunca. Ayer me quedé dormida llorando y estoy casi segura de que
he llorado también mientras dormía. Fue un día muy duro y hoy casi no he pegado
ojo, pero tengo que llamar a Marta. Necesito pedirle perdón y saber que de verdad
me perdona.
Me siento en la cama y me pongo a pensar en todo lo que pasó
anoche. La cena con vistas maravillosas, la sorpresa del ranking, mi pelea con
Marta, el baile con Dani, el paseo de vuelta a casa y nuestra despedida en el
portal. Me dijo cosas realmente preciosas y estuve a punto de decirle lo que
sentía, pero no fui capaz. No me puedo arriesgar a perderle porque vivir sin él
me quemaría por dentro. También me dijo que Marta se había ido a dormir a su
casa y que él dormiría en el sofá. Por un momento se me pasó por la cabeza
invitarle a subir a casa, pero por suerte me di cuenta de que no era lo más
adecuado ni lo más sano para mí. Nos dijimos adiós en un abrazo tan tierno que
casi me muero allí mismo y acto seguido nos fuimos cada uno a nuestra casa.
Creo que Marta se merece saber todo esto. Se merece que le
cuente lo que siento, decirle que tenía razón y que me he comportado como una
estúpida. Cojo el móvil y la llamo sin ni siquiera mirar la hora. No me importa
si es demasiado pronto, tengo que hablar con ella porque no puedo soportar que
siga más tiempo enfadada conmigo.
Suena el primer tono y al segundo, oigo cómo descuelga. No
quiero que diga nada, sólo que me escuche, de modo que empiezo a hablar antes
de que lo haga ella.
-Marta. –Mi voz suena arrepentida, tal y como me siento en
este momento.
-Hombre, ya estabas tardando en llamar ¿No tienes nada que
decirme? –Me quedo paralizada. Entiendo que siga enfadada, pero Marta no es
como ese tipo de personas que te reprochan tus errores.
-Bueno… Sí… quería decirte que lo siento, que entiendo que
estés enfadada porque me porté fatal contigo, pero es que no entendía por qué
me decías eso. O más bien, no quería entenderlo.
-¿Pero qué dices? ¡No estoy enfadada contigo, Annita! –Yo no
entiendo nada. Realmente no lo entiendo.
-¿Entonces por qué te fuiste así? ¿Y qué es lo que se supone
que te tengo que decir?
-Me fui para que te quedaras a solas con Dani y fingí estar
enfadada porque de otra forma no me habrías dejado irme; y por lo que veo todo
ha ido genial ¿No?
-¿Por qué? ¿Te ha dicho él algo? –Mi corazón va a mil por
hora. Como me diga que Dani se ha dado cuenta de todo es que me voy a morir de
vergüenza. No sé cómo voy a mirarle a la cara hoy en el reencuentro tontaco.
-¿Dani? ¡Qué va! ¡Ese sigue sobando en el sofá! Jajajaja. Yo
lo decía por los titulares de la prensa de hoy ¿No has entrado en Vertele
todavía?
-No, aún no. Me acabo de levantar. –Marta sabe que no pasa ni
un día en el que yo no mire la web de Vertele porque me gusta estar enterada de
todo lo relacionado con el medio en el que trabajo, las audiencias, etc. -¿Qué
dicen los titulares?
-Bueno… prefiero que lo veas tú misma. Te cuelgo para que
puedas verlo y dentro de un par de horas me paso por tu casa ¿Vale? Al fin y al
cabo tengo mis cosas allí jajajaja
-Sí, vale. Luego nos vemos. Un beso, bonita.
-¡Otro para ti! –El tono risueño de Marta hace que no me
preocupe, aunque eso no significa que no esté nerviosa por saber qué dicen de
mí los titulares.
Abro la página de Vertele que tengo guardada en favoritos en
el iPhone. Normalmente carga rápido, pero con los nervios parece que hoy va
todo mucho más lento. Empieza a aparecer el logotipo en la pantalla, luego unas
cuantas líneas verdes y, por fin, carga el titular, con letras grandes y en
negrita: “Anna Simon olvida a Marc González con su excompañero de mesa Dani
Martínez”.
¿Qué? ¡No puede ser! ¡Esto no puede estar pasando! ¡Y encima
vuelven a mater al pobre Marc en todo esto! Bajo la página un poco más y espero
a que cargue la foto. Cuando por fin aparece, me quedo más tranquila. No han
sacado ninguna foto nuestra comprometida, sólo es una antigua de cuando estábamos
en Tonterías las justas ¡Qué alivio! Me pongo a leer la noticia y lo único que
dice es que anoche se nos vio juntos en una discoteca y que todo apunta a que
estamos empezando una relación, pero que aún no hay nada confirmado. Al menos
no lo afirman como habrían hecho otros medios de comunicación… Busco más
noticias sobre mí en internet y casi todas dicen lo mismo, lo cual hace que me
quede más tranquila. Estoy enfadada porque no tienen derecho a publicar algo
así, pero por otro lado me hace gracia el hecho de que desearía que esa noticia
fuera verdad. Qué tonta soy, parezco una niña caprichosa otra vez.
Abro Twitter, que tal y como me imaginaba está que arde.
Todos piden fotos del reencuentro, se alegran de que por fin hayamos dado el
paso y algunos calman toda esa efusividad diciendo que son solo rumores. Creo
que hoy a Dani y a mí nos espera un día lleno de menciones por aquí.
Me llega un whatsapp y cuando veo de quién es se me encoge el
estómago. Lucho… No sé si se habrá tomado bien o mal. Ni siquiera sé si ha
visto ya la noticia.
“Hola Anna, qué tal?”
“Hola! Cuánto tiempo sin hablar, no? Se me hace raro”
“Ya… es que he estado muy liado”
“No tienes que darme explicaciones, Lucho”
“Bueno, ya… Sólo quería felicitarte por lo de Dani y desearte
lo mejor. Lo veo todo muy precipitado, pero si tú estás segura yo te apoyo y
quiero que sepas que tal y como te dije, sigo siendo tu amigo, vale?”
“Lucho, Dani y yo no estamos juntos. Tú mejor que nadie sabe
cómo es la prensa. Verdad, MARC?” –Lo escribo en mayúsculas porque me da rabia
que dé por hecho cosas que no son.
“Entonces no estás con Dani?”
“Sólo somos dos buenos amigos. Nada más”
“Pues si te soy sincero, me alegro de que sea así. Yo quiero
que seas feliz y si tiene que ser con Dani, me parece estupendo, pero me dolió
pensar que yo te había importado tan poco y que ya me habías olvidado”
“Lucho, no seas tonto. Sabes que te he querido mucho y que
los dos nos lo hemos pasado muy bien, pero no estamos hechos el uno para el
otro”
“Ya… es sólo que te sigo echando de menos”
“Lucho, no creo que esta sea la mejor forma de hablar esto.
Cuando vuelva a Barcelona nos vemos para tomar algo, vale?”
“No, no te preocupes. Tú sigue con tus cosas y disfruta que
estás de vacaciones. Sólo necesito tiempo para acostumbrarme a esta nueva
situación”
“Llámame siempre que lo necesites, vale?”
“Gracias por todo”
“No hay por qué darlas”
Seguimos hablando un poco más, aunque de temas mucho más
superficiales. Sé que no era su intención, pero me ha hecho sentir culpable.
Parece ser que no está llevando la ruptura tan bien como yo pensaba y tampoco
me he preocupado de saber cómo estaba. Al menos ahora mientras hablo con él
parece que está mejor.
De repente, el móvil vibra entre mis manos y en la pantalla
aparece una foto de Dani. Me está llamado, seguramente para hablar sobre la
noticia de lo ce anoche, pero yo no sé si voy a tener fuerzas para hablar de
esto con él. No sé si estoy preparada para fingir que no siento nada.
Hago de tripas corazón y descuelgo.
-¿Sí?
-Hola Annita. Soy Dani.
-Ya, ya. Lo he visto en el móvil y además tu voz es
inconfundible. –Mal Anna, mal. Así no parece que sea sólo un amigo. Respiro
hondo y vuelvo a hablar. -¿Has visto lo d. –Dani me corta.
-Espera Anna. Necesito que me escuches porque estoy que te
voy a decir no es fácil, pero necesito sacarlo de dentro.
-¿Qué pasa?
-Pues…
QUE!! QUE LE VA A DECIR???? SIGUIENTE PRONTITO!!
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhjh tia tia tia no me dejes así!! Que tensión. SIGUIENTEEEE PERFECTO
ResponderEliminarDios, dios, dios! ¿Qué le va a decir? shgdudseidewded SIGUIENTE POR FAVOR!!!
ResponderEliminarPD: Soy @Marinitaa_Floow, jep