Nos sentamos en el sofá que tenemos más cerca, nos quitamos
los zapatos y comenzamos a ponernos las zapatillas de deporte.
-¿A dónde nos has traído Marta? ¿Qué es este sitio?
-Ya os lo dije, es un sitio muy especial.
-¿Y por qué no puedo entrar con los tacones?
-Es por tu bien, ahora lo verás.
Dani y yo no entendemos nada, pero Marta está muy ilusionada
por enseñarnos este sitio, de modo que hacemos todo lo que nos dice. Termino de atarme los cordones y me pongo de
pie mirándome en el reflejo de una de las ventanas que hay a nuestra derecha.
-Dios mío, qué mal me sienta este vestido sin tacones.
-¿Qué dices, Anna? A ti todo te sienta genial. –Le miro para
sacarle la lengua por burlarse de mí, ya que creo que eso es lo que está
haciendo, pero cuando veo su rostro noto que sus ojos me desean, que me está
comiendo con la mirada. Yo me sonrojo e intento cambiar de tema. Espero que no
sea lo que parece porque no quiero perder esta bonita relación que tengo con
Dani. Es perfecta así tal cual.
-Oye, Marta, no tendré que correr ahí dentro ¿Verdad? Que
esto de las zapatillas de deporte no me suena nada bien jajajaja.
-Más o menos. –Su respuesta me hace estar más intrigada de lo
que ya lo estaba antes.
-Pues hay que tener cuidado con la abuela, no vaya a ser que
tropiece y tengamos un disgusto jajajaja.
Por fin estamos todos listos con nuestro nuevo calzado y
Marta se coloca delante nuestra para dirigirnos.
-Es por aquí. –Pasa por una cortina que estaba antes cerrada
y allí vemos a un joven de unos veinte años vestido con una camiseta roja y
unos vaqueros claros. Éste se echa a un lado y deja a la vista una caja alta
llena de… ¡¡¡NO PUEDE SER!!! ¿¿ESO SON CORCHOPANES??
-¡¡¡Adiós!!! –Dice Dani llevándose las manos a la cabeza.
-Sírvanse. Creo que ustedes ya tienen experiencia en esto ¿No
es cierto? –Yo me sonrojo al saber que nos ha reconocido. Siempre me pasa lo
mismo y es que aún no me he acostumbrado a que la gente alabe tanto nuestro
trabajo; y mucho menos a que lo recuerden después de haber pasado ya tanto
tiempo.
-¡Ay Martita! ¡Cuánto te quiero! –Dice Dani mientras se
abalanza sobre ella para darle un abrazo. –Como esto sea lo que creo que es, me
voy a quedar solísimo allí dentro. –Me encanta verlo con esa cara de ilusión.
Parece un niño pequeño cuando se levanta la mañana de Reyes.
-Compruébalo tú mismo.
Dani coge un corchopán y Marta y yo le imitamos. Ya no espera
a que Marta nos indique. Es él mismo quien abre la puerta que tenemos enfrente,
dando paso a una gran sala llena de gente dándose corchopanazos a ritmo de
canciones como “Daze”, “Flash” y muchas más que aparecen en los tres discos de
TLJ.
-¡¡¡¡Vamoooooooss!!!! –Grita dando uno de sus saltacos y
desaparece entre la gente. Marta y yo nos miramos riéndonos.
-Vamos ¿No?
-Vamos, pero flojito que me salen morados en las piernas
jajaja. –Y así empezamos a pegarnos con gente a la que no conocemos de nada,
descargando adrenalina y recordando una de las mejores épocas de mi vida. No me
importa si me dan fuerte o si me pisan porque me lo estoy pasando realmente
bien. Estoy casi todo el tiempo con Marta y de vez en cuando vemos a Dani por
ahí repartiendo corchopanazos a diestro y siniestro, pero es tan rápido que
nadie es capaz de verle y darse cuenta de que es él.
Cuando llevamos ya bastante rato dando saltos sin parar, le
digo a Marta que estoy cansada y necesito aire, de modo que me lleva a una
especie de terraza que pertenece a ese mismo local donde hay bastantes grupitos
de personas bromeando con su corchopán en la mano.
-¿Qué tal te lo estás pasando?
-¿Tú qué crees? Me has traído al mejor sitio de todo Madrid,
Marta, eres genial.
-Y además le hemos callado la boca a Dani con eso de que no
sabíamos divertirnos jajaja.
-Ese ya ni se acuerda de nosotras. Está en su mundo de
corchopanes jajajaja.
-Bueno, dentro de nada tendrá que volver a acordarse porque
esto sólo dura una hora y luego se convierte en una discoteca normal.
-¿De verdad? ¡Mira que me quejaba yo en Tonterías, pero ahora
una hora de Ranking me parece muy poco!
-Entiéndelo, Anna, creo que ni el mismo Dani Martínez sería
capaz de aguantar más de una hora ahí dentro dándolo todo.
-Él sería capaz de cualquier cosa que se propusiera.
-Estás muy orgullosa de él ¿Verdad? Sé que te encanta.
-No sabes cuánto. Ha crecido tanto estos últimos años… Y
cuando me enteré de su fichaje por Aída me alegré creo que incluso más que él
jajaja.
-No estoy hablando del ámbito profesional, Anna.
-¿Entonces?
-Pues eso, que te encanta.
-¿Qué? ¡Pero si no hace ni un mes desde que Lucho y yo lo
dejamos!
-¿Y eso qué más da? Dani te gusta desde mucho antes de Lucho
y cuánto antes lo asumas, será mejor para ti.
-No digas tonterías Marta. Dani y yo solo somos buenos
amigos. –No sé por qué pero hablar de este tema me está haciendo sudar más de
lo que lo había hecho dando corchopanazos. Las piernas me tiemblan, el estómago
se me encoge y el corazón empieza a latir a una velocidad incalculable. Incluso
diría que me siento un poco mareada.
-¿A caso crees que no me doy cuenta de cómo le miras, de las
indirectas que le lanzas?
-¿Qué indirectas Marta? –Empieza a molestarme el hecho de que
diga cosas que no son. –Que tú te vayas a casar no significa que ya todos
tengamos que estar emparejados ¿Sabes?
-Anna, sólo intento ayudarte. Quiero que seas feliz y tu
felicidad está junto a Dani.
-Pues vete a ayudar a quien te lo haya pedido porque yo no
recuerdo haberte mandado ningún mensaje de socorro.
-Está bien, Anna. Haz lo que quieras. –Me da su corchopán y
se va enfadada. Quizás me haya pasado. Sé que no lo ha hecho con mala
intención, pero por algún extraño motivo me ha molestado muchísimo que
insistiera con ese tema. Creo que debo ir a pedirle perdón.
Dejo los corchopanes en el suelo y salgo corriendo hacia la
sala donde Marta había entrado, pero es imposible encontrarla entre tanta
gente. Al menos la hora del Ranking ya ha terminado y la gente no está tan
desmadrada como antes, pero aun así no la veo por ningún sitio. Empiezo a
agobiarme con tanta gente, aunque creo que lo que más me asfixia es el hecho de
que Marta se haya ido así, sin más. Necesito hablar con ella y la llamaré
mañana por la mañana, pero ahora necesito volver a que me dé el aire porque no
puedo más con esta presión en el pecho.
Allí de nuevo, en la terraza, vuelvo a pensar en todo lo que
me ha dicho Marta. Seguramente haya confundido esa química especial que hemos
tenido Dani y yo siempre y se ha pensado que es algo más que una simple amistad.
Lo que me molesta es que todos piensen lo mismo, que no sean capaces de creer
que puede existir esta amistad tan sincera entre un hombre y una mujer. Miki no
llegó a decírmelo nunca, pero yo sé que éste era un tema que le preocupaba
bastante. Le mataba el hecho de que pasara tantas horas junto a Dani. Incluso
Flo nos hizo en su momento más de una broma relacionada con que acabaríamos
siendo pareja. No se… Es cierto que quiero muchísimo a Dani, pero no lo veo
como pareja; o al menos no me lo he planteado nunca. Sí, me encanta pasar
tiempo con él, me hace reír, me apoya en todo, compartimos bastantes aspectos
de nuestra vida cotidiana, e incluso podría llegar a atraerme físicamente, pero
es simplemente mi amigo ¿No? ¿Estoy enamorada de Dani? ¡No, Anna, claro que no!
¿Por qué te estás haciendo estas preguntas? Quizás necesite darme cuenta de
algo y Marta tenga razón. Ahora mismo lo único que tengo claro es que estoy
llena de dudas.
-¿Qué haces aquí tan solita? Me ha dicho Marta que te buscara,
que ella tenía que irse –Joder, incluso después de haberle dicho todo eso se
preocupa por mí para que no me quede sola. Ahora me siento mucho más culpable
que antes.
-Necesitaba tomar el aire –Digo casi sin voz.
-Estás pensando en Lucho ¿Verdad? Tú lo que necesitas es
distraerte y yo sé cómo hacerlo. –Está claro que sabe cómo distraerme, pero no
tiene ni idea de que quien me hace perder la voz e incluso la calma en mi
respiración es él. Se coloca frente a mí, inclina su tronco hacia delante, me
extiende su mano y me dice. -¿Me concede un baile, señorita? –Dios mío. Esta va
a ser la prueba de fuego.
AHHHH YO QUIERO IR A ESE SITIO *-----* LLEVAME! Jajajaja
ResponderEliminarJoo pobre Marta, me da penica tienes que hacer que lo arreglen y que estos dos se declararen
SIGUIENTE BONITA!
COMO EXISTA ESE SITIO EN MADRID, JURO QUE ME COMPRO UN BILLETE DE TREN YA!!
ResponderEliminarOioioioi la prueba de fuego, a ver si Annita abre los ojos de una vez Por cierto, que lo arreglen ella y Marta porfis!!
Siguiente guapísima!!